La oposición cuestionó el porcentaje del aumento, mientras que el Pacto Histórico aseguró que cambiará la vida de los trabajadores del país.
El anuncio del presidente Gustavo Petro de fijar por decreto un aumento del 23,8 % del salario mínimo, incluido el auxilio de transporte, para 2026 desató una fuerte controversia en los sectores políticos del país.
Mientras sectores del Pacto Histórico celebraron la decisión como un avance histórico en la dignificación del trabajo, voces de la oposición advirtieron que se trata de una medida “populista e irresponsable”, con posibles efectos negativos sobre la inflación, el empleo y la informalidad.
¿Qué dice la oposición?
Desde la oposición, una de las primeras reacciones fue la de la senadora Katherine Miranda, de la Alianza Verde, quien cuestionó el incremento y lo comparó con políticas aplicadas en Venezuela.
“¡Bienvenidos al chavismo colombiano! Populismo e irresponsabilidad en toda su expresión”, escribió en su cuenta de X.
En la misma línea, el representante a la Cámara del Centro Democrático, Andrés Forero, sostuvo que el Gobierno actuó con un cálculo electoral, ignorando advertencias técnicas. Según Forero, las centrales obreras habían solicitado un incremento del 16 %, pero el Ejecutivo decidió ir más allá.
“Por cálculo electoral actúa de forma populista, sin atender los efectos en materia de inflación, informalidad y desempleo. Petro es Chávez”, afirmó el congresista.
El exconcejal de Bogotá Daniel F. Briceño también criticó la medida y señaló que el aumento del 23 % debe ser asumido políticamente por el actual Gobierno.
“El próximo gobierno deberá hacer un histórico recorte burocrático y acabar con el derroche para poder reducir impuestos a las empresas que compensen el alza”, indicó, al advertir que el impacto sobre el sector productivo podría ser significativo.
Pacto Histórico defiende la medida
En contraste, desde las bancadas afines al Gobierno defendieron la decisión presidencial. El representante Alejandro Ocampo aseguró que, por primera vez, un gobierno pone en el centro a los trabajadores.
“Gracias, presidente Gustavo Petro. El pueblo está con usted”, escribió, destacando el impacto social del incremento.
La senadora indígena Martha Peralta Epiyú celebró que el salario mínimo, sumado al auxilio de transporte, alcance los dos millones de pesos.
“Trabajar tiene que alcanzar para vivir con dignidad. Subir el salario mínimo no debilita la economía ni destruye el empleo; lo que quiebra al país es un modelo que normalizó la pobreza laboral”, afirmó.
Por su parte, la senadora Gloria Flórez resaltó que el nuevo salario vital permitirá mejorar las condiciones de millones de familias colombianas.
“Más ingresos y más bienestar para quienes tendrán un salario mínimo no para sobrevivir, sino para vivir bien”, sostuvo, calificando la medida como una muestra del “Gobierno del Cambio”.
El aumento del salario mínimo del 23 % profundiza así la polarización política en torno al modelo económico del Gobierno Petro, en medio de un debate que seguirá marcado por la tensión entre las advertencias técnicas y la apuesta del Ejecutivo por una mayor redistribución del ingreso.