La historia del joven soledeño acusado de terrorismo y espionaje en la guerra de Ucrania: su madre pide frenar la extradición

El joven es requerido por el Gobierno de Lituania, que lo acusa de terrorismo, espionaje y traición.
La historia del joven acusado de terrorismo y espionaje en la guerra de Ucrania; su madre pide frenar la extradición Crédito: Cortesía, redes sociales del joven

La captura en Colombia de Gonzalo de Jesús Ramos Santos, un joven de 22 años nacido en Soledad, Atlántico, ha desatado una compleja controversia judicial con tintes internacionales, políticos y humanitarios.

El joven es requerido en extradición por el Gobierno de Lituania, que lo acusa de terrorismo, espionaje y traición, señalándolo de presuntamente realizar labores de inteligencia a favor de Rusia en territorio europeo.

Sin embargo, su madre, Cielo Santos Amaya, rechaza de manera categórica estas acusaciones y asegura que su hijo es inocente, que no existen pruebas materiales en su contra y que estaría siendo utilizado como un “chivo expiatorio” en medio del conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania.

Sin antecedentes

Gonzalo Ramos pasó la mayor parte de su vida en Rusia, donde creció y estudió junto a su madre. Según su familia, no habla español con fluidez, no tiene antecedentes judiciales, nunca ha pertenecido a grupos armados ni ha trabajado para ningún organismo de inteligencia. “Es un muchacho juicioso, criado en casa, sin malicia de calle”, afirma su madre.

En 2022, tras el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, Gonzalo salió del país por temor a ser reclutado por el Ejército ruso, como ocurrió con miles de jóvenes. Viajó inicialmente a España, donde permaneció de manera temporal.

Enfermedad, regreso y nueva salida de Rusia

En 2023, Cielo Santos fue diagnosticada con linfoma en tercer grado, por lo que su hijo regresó a Rusia para cuidarla durante seis meses de quimioterapia. Una vez finalizado el tratamiento y ante nuevas citaciones militares, fue su propia madre quien le pidió abandonar nuevamente el país.

“Yo fui la que le dije que se fuera. Nunca imaginé que esto fuera a pasar”, relató entre lágrimas.

Paso por Lituania, detención y deportación

En 2024, Gonzalo intentó ingresar a Lituania, pero fue retenido por autoridades migratorias debido a irregularidades con su pasaporte.

Según su madre, solo permaneció una noche en el aeropuerto, no salió del lugar, no tenía dinero ni contactos, y su teléfono celular fue retenido y revisado por las autoridades.

Posteriormente, fue trasladado a Bulgaria, donde permaneció detenido y se le informó que no podía permanecer en Europa por cinco años. Allí se le dio la opción de viajar a Rusia o a Colombia. Eligió Colombia y fue deportado en un vuelo comercial, llegando al país en septiembre de 2024.

Orden de captura desconocida y captura en Barranquilla

Aunque la orden de captura internacional habría sido emitida en diciembre de 2024, la familia asegura que nunca fue notificada. Gonzalo ingresó legalmente a Colombia, tramitó su cédula, vivió con familiares y no se ocultó.

Fue capturado meses después, cuando compró un tiquete de bus en una terminal terrestre, quedando plenamente identificado en el sistema. Actualmente se encuentra recluido en la cárcel La Picota, en Bogotá.

Dudas sobre las pruebas y acusaciones

Lituania lo acusa de haber grabado instalaciones de una empresa que suministra armamento a Ucrania. No obstante, su madre insiste en que no existen videos, fotografías ni conversaciones que respalden dicha versión.

“Si fuera cierto, ¿por qué no lo detuvieron en Europa cuando tuvieron su celular? ¿Por qué lo dejan libre y un año después aparece esta acusación?”, cuestiona.

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Petición al presidente Petro

La extradición de Gonzalo Ramos depende ahora de la firma del presidente Gustavo Petro. Su madre le hace un llamado directo para que revise el caso y no autorice la entrega sin pruebas contundentes.

“No pido impunidad. Si mi hijo es culpable, que pague, pero con pruebas. No con acusaciones políticas”, afirmó.

Drama humano detrás del proceso

El caso se agrava por la situación de salud de Cielo Santos, quien enfrenta una recaída de su cáncer, situación que atribuye al estrés y a la incertidumbre por el futuro de su hijo.

Mientras avanza el proceso judicial, la familia insiste en que Gonzalo es inocente y pide que Colombia garantice el debido proceso, los derechos humanos y la presunción de inocencia en un caso que hoy trasciende fronteras.

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