Una carta interna enviada al despacho del director del Instituto Nacional de Vías (Invías) destapó un caso que ha sacudido la estructura de la entidad. En el documento, varios funcionarios y exfuncionarios advierten sobre una situación de presunto acoso laboral dentro de la Subdirección de Sostenibilidad, un área estratégica del Instituto, donde aseguran haberse visto sometidos a “maltratos constantes, descalificaciones públicas y exigencias desmedidas”.
La misiva, enviada a través del correo institucional interno, y conocida por La FM, fue redactada en tono formal, pero directo: “Nos dirigimos a usted con el mayor respeto para exponer la difícil situación que enfrentamos algunos funcionarios de la subdirección. Nos sentimos vulnerados en nuestra integridad emocional y laboral, ante un trato que consideramos humillante e injustificado”.
El mensaje también advierte que las conductas descritas no son aisladas ni recientes: “Durante meses se han reiterado comportamientos que generan temor y ansiedad en el equipo. Hemos acudido a los canales internos sin obtener respuesta. Solicitamos una revisión urgente de lo que está ocurriendo”.
“Nos gritaban delante de todos”
En las entrevistas realizadas para esta investigación, varios trabajadores actuales y antiguos del Invías coincidieron en describir un ambiente laboral tenso dentro de esa subdirección. Algunos aceptaron hablar bajo condición de anonimato, preocupados por posibles represalias por parte de la subdirectora Martha Elena Romero Moren.
Una de las funcionarias entrevistadas relató: “Nos gritaban delante de todos en las reuniones. A veces eran comentarios personales, no sobre el trabajo. Era algo constante y nadie decía nada por miedo”.
Otro funcionario sostuvo que las dinámicas internas se tornaron insostenibles: “Había llamadas fuera de horario, mensajes a medianoche y órdenes que cambiaban todo el tiempo. Si uno se equivocaba, lo señalaban en público”.
Los testimonios, aunque coinciden en el relato de los hechos, difieren en la interpretación: mientras algunos califican las conductas como acoso, otros consideran que se trata de un liderazgo autoritario, pero no necesariamente abusivo. Una fuente cercana al equipo señaló: “Era un ambiente exigente, pero también había presión por los resultados. Lo que cambió fue el tono, la forma de dirigirse a la gente”.
Un correo que escaló a la dirección
Según pudo confirmar La FM, La carta, enviada al despacho del director del Invías, buscaba poner en conocimiento de la máxima autoridad de la entidad las presuntas irregularidades dentro de la subdirección. Hasta el momento, no se conoce respuesta oficial sobre si el caso fue tramitado o revisado por las áreas competentes. En el documento, los firmantes piden la intervención directa de la dirección general para “detener una situación que ha deteriorado el clima laboral de manera grave”.
Una de las personas que participó en la redacción del correo explicó: “No queríamos hacer ruido, pero ya era imposible seguir callando. Hay compañeros con problemas de salud por estrés y ansiedad. La gente se siente desprotegida”.
Otra fuente indicó que, tras conocerse la carta, hubo “un silencio total” dentro de la dependencia: “No se volvió a hablar del tema. Fue como si nunca hubiera pasado, pero todos sabíamos que la dirección tenía conocimiento”.
Hasta el momento, la entidad no ha emitido un comunicado oficial ni ha confirmado la apertura de una investigación disciplinaria. Fuentes internas aseguran que la situación fue reportada a los organismos competentes, pero que el trámite se mantiene reservado mientras se recopila información.
Un ambiente de tensión y reserva
Los testimonios también revelan la dificultad de denunciar dentro de la institución. “Aquí nadie quiere aparecer como conflictivo. Si uno se queja, lo señalan. Por eso todo se maneja en voz baja”, comentó uno de los entrevistados.
Otro trabajador resumió así el ambiente actual: “El problema no es solo la conducta de una persona, sino el miedo. Todo el mundo sabe lo que pasa, pero nadie se atreve a poner la cara”.
Fuentes cercanas a la dirección admiten que la carta generó preocupación, pero insisten en que el caso debe tratarse “con prudencia y reserva, garantizando el debido proceso a todas las partes”.
Una investigación en desarrollo
La investigación interna aún no ha concluido. Los funcionarios que firmaron la carta aseguran no haber recibido respuesta formal del despacho, aunque esperan que el caso sea evaluado de manera imparcial. Mientras tanto, los equipos de la subdirección continúan trabajando en medio de la incertidumbre.
El contenido de la denuncia —y las versiones recopiladas— reflejan una fractura institucional que, más allá de las responsabilidades individuales, evidencia la necesidad de revisar las condiciones laborales dentro del Invías y los mecanismos de atención a las quejas internas.
La FM intentó comunicarse con el Director (e) del Invías, John Jairo Gonzalez Bernal, pero no hay respuesta, y hasta el momento no ha podido confirmar si la entidad ha tomado medidas preventivas o si los funcionarios mencionados en el documento han sido escuchados formalmente. Lo cierto es que la carta sigue circulando en los pasillos de la institución y ha abierto un debate sobre los límites del liderazgo y la cultura organizacional dentro del sector público.