Se trata de un trámite que se realiza cada vez que finaliza el periodo de un fiscal general de la Nación y empieza otro como el nuevo jefe del ente investigador, en este caso el de Néstor Humberto Martínez.
Se habla de aproximadamente 25 renuncias de directores de unidades nacionales y seccionales, y de los fiscales delegados ante la Corte Suprema de Justicia.
La situación apunta a un remezón en la Fiscalía, ya que en los próximos días se conformará el equipo de funcionarios de confianza de Martínez que lo van a acompañar en ese cargo durante los próximos 4 años.