El pasado viernes, se registró una fuerte palizada en la vereda Cay, específicamente en el sector conocido como La Cascada, donde una bombada en un nacimiento de agua provocó la emergencia, arrastrando lodo y piedras, y dejando dos viviendas completamente destruidas.
Esta situación llevó a declarar alerta amarilla en la ciudad debido a las precipitaciones ya ocurridas y a las que podrían presentarse, las cuales podrían causar remociones en masa y arrastre de material. Por lo tanto, se considera necesario adoptar esta medida de manera preventiva para reforzar la capacidad de respuesta.
Harold Wilches, secretario de Ambiente y Gestión del Riesgo, ofreció un balance actualizado sobre la situación, que ya ha dejado seis familias damnificadas, dos de las cuales han sido reubicadas debido a la pérdida de su vivienda.
“Hay una afectación considerable en la parte alta de la montaña; por ello, hemos realizado un monitoreo constante con organismos de socorro, como Bomberos y la Defensa Civil, para verificar si se desprende más material de la montaña que permanece estable”, indicó el funcionario.
Asimismo, Wilches señaló que durante la semana se trabajará en la cuenca de la quebrada para preparar la recepción del material que se espera caiga en las próximas horas. Se intervendrá el afluente hídrico para crear un espacio de evacuación y evitar una tragedia mayor.
“Iniciaremos con maquinaria amarilla en la zona, y el proceso de intervención podría tardar varias semanas, ya que se deberán realizar múltiples trabajos para redireccionar el cauce de la quebrada Cay”, agregó.
Finalmente, el secretario reveló que actualmente dos familias han sido evacuadas hasta que se logre mitigar la emergencia. Sin embargo, cuatro más se han visto considerablemente afectadas por la caída de material, como tierra, lodo y rocas, entre otros.