Franck Ribery, un jugador explosivo en algunos momentos, iba a increpar a su técnico al ver que fue sustituido por Douglas Costa. Sin embargo, 'Carleto' no lo dejó ni empezar la queja cuando tomó el rostro del francés y le dio un beso en la mejilla, algo que acompañó con un abrazo y que le cambió automáticamente el semblante.
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