El derbi estaba programado en el Estadio Nacional de Pekín, pero después de las intensas lluvias de los últimos días y los pronósticos de tormenta los organizadores y los equipos han decidido suspenderlo.
De momento, el cielo permanece despejado en la capital china, pero los pronósticos apuntaron a fuertes precipitaciones.
Tanto el portugués José Mourinho, al frente del United, como el español Pep Guardiola, técnico del City, se quejaron de las condiciones que se encontraron en China y esperaron que no hubiera lesiones en el amistoso.
El encuentro iba a ser el primer cara a cara Mourinho-Guardiola como entrenadores de ambos combinados y la alta expectación ya se podía sentir en las ruedas de prensa que ambos ofrecieron en el estadio pequinés, de forma previa al encuentro.
En declaraciones a los medios, tanto Guardiola como Mourinho obviaron la animadversión que caracteriza su relación y confirmaron que se saludarían al inicio del partido.
"¿Por qué no deberíamos darnos la mano?", coincidieron en señalar los dos técnicos, a los que el público se quedará sin ver.