El Banco de la República decidió mantener estable la tasa de interés en 9,25%, confirmando la expectativa de mercado y la proyección que había hecho Asobancaria días antes de la reunión del 31 de octubre. La determinación se dio en una votación dividida: cuatro directores respaldaron mantener el nivel actual, dos se inclinaron por un recorte de 50 puntos básicos y uno propuso una reducción de 25 puntos básicos.
En el debate interno, la Junta evaluó el comportamiento reciente de los precios. La inflación total en septiembre se ubicó en 5,2%, el mismo nivel de cierre de 2024, y la inflación básica sin alimentos ni regulados se mantuvo en 4,8%. “Las expectativas de inflación están por encima de la meta del 3% para los próximos dos años”, señaló el Banco en su informe.
El Emisor también tuvo en cuenta que la demanda interna continúa con dinamismo, impulsada por el consumo privado y público y por un repunte en la inversión en maquinaria, equipo y obras civiles. Además, registró un déficit comercial mayor, explicado por un incremento más acelerado de las importaciones frente a las exportaciones, en medio de menores volúmenes de ventas externas de productos minero-energéticos.
Si bien el Banco reconoció que las condiciones financieras externas se han tornado más holgadas por recortes recientes en la tasa de referencia en Estados Unidos, advirtió que su postura responde al balance de riesgos que enfrenta la convergencia de la inflación. “Los futuros movimientos de la tasa dependerán de la evolución de la inflación y sus expectativas, la dinámica de la actividad económica y los riesgos internos y externos”, explicó la Junta.
Gobierno presionó por recortes
Tras la decisión, el ministro de Hacienda encargado, Carlos Betancourt, expresó su desacuerdo y reiteró la necesidad de mayores estímulos monetarios. “Aunque la economía muestra recuperación, aún hay espacio para reducir la tasa de intervención y apoyar el crédito, el empleo y los ingresos de los hogares”, afirmó.
Betancourt señaló que la tasa de interés real aún está por encima de niveles considerados neutrales. “La recuperación no es suficiente para responder a las necesidades de la población”, dijo, y destacó que el crecimiento se está desplazando hacia sectores distintos a la minería y la energía, lo que calificó como un cambio estructural positivo. Sin embargo, insistió en que se requiere acompañamiento monetario para consolidar esa tendencia.