La Junta Directiva del Banco de la República decidió mantener sin cambios la tasa de interés de política monetaria en 9,25%, por quinta vez consecutiva. La votación no fue unánime: cuatro directores apoyaron la decisión, dos propusieron una reducción de 50 puntos básicos y uno votó por un recorte de 25 puntos básicos.
El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, explicó que la decisión respondió a la evaluación del comportamiento de la inflación, la actividad económica y los riesgos internos y externos. “La Junta mantiene una postura cautelosa de la política monetaria, teniendo en cuenta los riesgos sobre la convergencia de la inflación a la meta”, señaló.
Según el balance presentado, la inflación total descendió en noviembre a 5,3%, luego de ubicarse en 5,5% en octubre, aunque continúa por encima del nivel observado al cierre de 2024. La inflación básica, sin alimentos ni regulados, se situó en 4,9%, frente al 5,2% registrado a finales del año pasado.
Villar advirtió que las expectativas de inflación a uno y dos años aumentaron en mayor proporción que la inflación observada. “Este comportamiento de las expectativas es un elemento central en la discusión de política monetaria”, indicó.
En cuanto al crecimiento económico, el gerente destacó que el PIB registró un aumento anual de 3,4% en el tercer trimestre, en su serie desestacionalizada, superando la proyección del equipo técnico del Banco, que era de 3%. La expansión estuvo impulsada por la demanda interna, con un crecimiento del consumo total del 5%.
Sobre el frente fiscal, Villar señaló que la no aprobación de la ley de financiamiento obliga al Gobierno Nacional a adoptar medidas para equilibrar el Presupuesto General de la Nación de 2026. “Este escenario exige acciones que permitan mantener la estabilidad fiscal”, afirmó.
En el sector externo, el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos se ubicó en 2,4% del PIB en el tercer trimestre, por encima del 1,5% registrado en el mismo periodo de 2024. De acuerdo con el Banco, este resultado obedeció principalmente al déficit de la balanza comercial de bienes, en un contexto de mayor demanda interna.
La Junta también tuvo en cuenta el entorno internacional. Villar recordó que las condiciones financieras externas continúan holgadas tras la tercera reducción consecutiva de la tasa de interés en Estados Unidos, que la ubicó en un rango entre 3,5% y 3,75%, el nivel más bajo en los últimos tres años. No obstante, advirtió que las tensiones geopolíticas se mantienen elevadas.
Finalmente, el gerente reiteró que las decisiones futuras dependerán de la evolución de la inflación y sus expectativas, del desempeño de la actividad económica y del balance de riesgos internos y externos. “Los futuros movimientos de la tasa de interés responderán a estas variables”, concluyó.