¿El aumento del salario mínimo obliga a subir los salarios superiores? Esto dice la ley

A días de que se defina el ajuste salarial, el debate sobre el salario mínimo reabre preguntas clave sobre su alcance real y los efectos en otros ingresos.
La definición del salario mínimo se adopta en medio de tensiones entre empresarios, sindicatos y el Gobierno, tras fracasar la concertación en la mesa laboral. Crédito: Freepik y La FM

Faltan pocos días para que finalice el 2025 y los colombianos siguen a la expectativa del aumento del salario mínimo, que se discute en la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, entre empresarios, representantes de centrales obreras y el Gobierno nacional.

Como los gremios empresariales y los sindicatos no llegaron a un acuerdo, ahora la decisión está en manos del Ejecutivo, que tiene plazo hasta el 30 de diciembre para fijar el aumento vía decreto.

Pese a que no se sabe con certeza la cifra que anunciará el Gobierno en los próximos días, el presidente Petro indicó en su alocución de la noche del 23 de diciembre que el país avanzará hacia un “salario mínimo vital”, una figura que se ajusta a los estándares promovidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), según dijo el propio jefe de Estado.

De acuerdo con el mandatario nacional, este salario debe ser suficiente para garantizar las condiciones de vida digna de los trabajadores y sus familias.

El Ejecutivo definirá el aumento del salario mínimo, mientras el presidente Petro plantea avanzar hacia un salario mínimo vital acorde con estándares de la OIT.Crédito: Presidencia y La FM

¿Con el aumento del salario mínimo suben los salarios superiores?

Muchos colombianos se preguntan si el aumento del salario mínimo implica un incremento de los salarios superiores, toda vez que la inflación afecta a todo el mundo y quienes devengan más de un salario mínimo también pierden poder adquisitivo.

Al respecto, la abogada laboral Gina Lizzethe García Rivera le explicó a La FM que, en términos estrictamente legales, el aumento del salario mínimo legal vigente no obliga de manera automática a incrementar los salarios que se encuentran por encima de dicho mínimo. “La norma tiene como destinatarios directos a los trabajadores que devengan exactamente el salario mínimo”, explicó la jurista.

De todas maneras, agregó que, bajo el principio de equidad salarial y la proporcionalidad interna, se pueden justificar y, en ciertos casos, exigir ajustes razonables en los salarios superiores.

Añadió que subir el salario a quienes devenguen más del salario mínimo es responsabilidad de los empleadores y se califica como buenas prácticas laborales. Para García Rivera, desde una perspectiva de gestión laboral y prevención de conflictos, es recomendable que los empleadores:

  • Evalúen ajustes salariales escalonados o proporcionales.
  • Revisen las bandas salariales internas.
  • Mantengan coherencia entre salario, funciones y responsabilidades.

“Estas prácticas contribuyen a la estabilidad laboral, la motivación del personal y la reducción de la conflictividad”, dijo la abogada.

Expertos señalan que el alza del salario mínimo no obliga legalmente a subir sueldos superiores, aunque ajustes internos pueden considerarse buenas prácticas para preservar la equidad laboral.Crédito: Freepik

Subir el salario mínimo cada año, ¿y los demás trabajadores qué?

Subir el salario de quienes ganan más del mínimo es una discusión clave en Colombia, especialmente en un contexto en el que cada año el salario mínimo se ajusta por inflación. Para el profesor Henry Amorocho, experto en Hacienda Pública de la Universidad del Rosario, el debate actual está incompleto y se ha quedado corto frente a la realidad del mercado laboral.

Según el académico, la negociación del salario mínimo “se ha convertido en inocua”, pues en la mayoría de los casos recientes el ajuste “se viene definiendo por vía de acto administrativo por el señor presidente de la República”, le dijo a este mismo medio. A su juicio, esto demuestra que “las decisiones son políticas” y que el sistema tradicional de discusión “se agotó”.

Amorocho advierte que el énfasis casi exclusivo en el salario mínimo termina siendo excluyente. Hoy, esta discusión impacta directamente a cerca de 2,7 millones de personas, cuando la población ocupada del país supera los 10 millones. Por eso insiste en que “no se necesita estar en un club sindicalizado para discutir sobre los ingresos” y que el país debe avanzar hacia una política salarial integral.

En la práctica, muchos salarios ya se ajustan automáticamente con la inflación, pero sin una metodología clara. Para el profesor, es fundamental “darle otra estructura, una estructura incluyente” al debate salarial, con nuevas variables y menos apasionamientos políticos, que permita mejorar los ingresos de todos, promover la formalización y reflejar las verdaderas capacidades de la economía colombiana.