El anuncio del Gobierno de fijar el salario mínimo “vital” para 2026 en $2’000.000, incluido el auxilio de transporte, con un incremento del 23,8%, generó alertas entre los gremios empresariales. ACOPI y la ANDI coincidieron en que el alza está por encima de lo esperado y plantearon posibles efectos sobre el empleo formal, la inflación y la sostenibilidad de las empresas.
ACOPI: impacto directo sobre las micro y pequeñas empresas
Marielena Ospina, presidenta nacional de ACOPI, señaló que el aumento no estaba dentro de los escenarios previstos por el gremio y advirtió que el efecto va más allá del salario básico.
“Es una cifra que no nos la esperábamos realmente. El incremento del salario mínimo no solo aumenta el ingreso del trabajador, sino que eleva de forma integral el costo laboral”, afirmó.
Según explicó, para una micro, pequeña o mediana empresa el impacto real puede representar un aumento cercano al 30% en el costo total por empleado, lo que calificó como difícil de sostener para miles de unidades productivas.
“Para una MIPYME esto puede resultar insostenible”, dijo.
ACOPI recordó que este segmento empresarial genera más del 80% del empleo formal en Colombia y opera con márgenes reducidos, acceso limitado al financiamiento y poca capacidad para absorber incrementos abruptos en sus costos.
Riesgos sobre empleo, informalidad e inflación
Ospina advirtió que el aumento podría traducirse en decisiones empresariales que afecten el mercado laboral.
“Esto puede derivar en reducción o congelamiento de nuevas contrataciones, riesgo de destrucción de empleo formal, mayor informalidad, tercerización y contratación no laboral”, indicó.
Sobre el impacto macroeconómico, señaló que el incremento salarial podría presionar la inflación y, con ello, las tasas de interés.
“Cuando se dispare la inflación, se va a disparar la tasa de interés. Eso termina afectando la inversión”, explicó.
Sectores con efectos inmediatos
De acuerdo con ACOPI, el impacto será transversal, aunque algunos sectores sentirán el efecto de manera más inmediata.
“Hoy absolutamente todos los sectores se ven afectados, pero hay que tener en cuenta vigilancia, manufactura, gastronomía, entre otros”, afirmó la dirigente gremial.
Llamado al Gobierno
Desde ACOPI, el mensaje al Ejecutivo se centró en la necesidad de medidas adicionales que acompañen el incremento salarial.
“Hacemos un llamado al Gobierno nacional para que adopte políticas complementarias que mitiguen el impacto sobre las MIPYME, promuevan la productividad y eviten efectos adversos sobre el empleo formal”, señaló Ospina.
“Sin pymes fuertes no hay empleo formal ni desarrollo económico sostenible”, concluyó.
ANDI: alertas por inflación, empleo y finanzas públicas
Por su parte, Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, advirtió que la decisión, adoptada de manera unilateral, genera riesgos para la economía y los hogares.
“Se generan riesgos significativos para los hogares colombianos y para la economía del país, particularmente en lo relacionado con la inflación, el empleo y las finanzas públicas”, señaló.
El dirigente gremial recordó que la inflación afecta de forma directa a los hogares más vulnerables y advirtió sobre el impacto fiscal del aumento.
“Estimaciones técnicas indican que cada incremento del 1% en el salario mínimo implica cerca de $400.000 millones adicionales en gasto público”, afirmó.
Cuestionamientos al proceso de concertación
Mac Master también cuestionó la falta de diálogo en la definición del nuevo salario mínimo y el cambio en el concepto de remuneración.
“El Gobierno decidió modificar de manera unilateral el concepto de remuneración mínima, introduciendo la noción de ‘ingreso mínimo vital’, sin una conversación amplia y democrática con la sociedad”, indicó.
Agregó que las discusiones no se dieron en el marco de la Comisión de Concertación y pidió respeto por los espacios institucionales.
“Se debe tener respeto por la concertación democrática, en beneficio de los trabajadores, los empleadores y de toda la sociedad colombiana”, señaló.