La presidenta ejecutiva de Asocajas, Adriana María Guillén Arango, afirmó que aunque el Gobierno dejó de asignar subsidios a través del programa Mi Casa Ya, las cajas de compensación continúan sosteniendo a las familias que buscan cumplir el sueño de tener casa propia.
La ejecutiva destacó que este es uno de los programas importantes de las distintas cajas de compensación familiar en el país, que les permite a los colombianos trabajadores tener una casa.
“Nosotros siempre hemos entregado subsidios para la compra de vivienda nueva, para el mejoramiento y para la construcción en sitio propio. Asignamos alrededor de 55 mil subsidios al año y desembolsamos cerca de 120 mil”, afirmó Guillén.
Sin embargo, la suspensión del subsidio estatal, que funcionaba como un complemento clave, cambió el panorama para miles de hogares de ingresos bajos y medios.
La pérdida de la concurrencia ha golpeado particularmente a las personas vulnerables.
Sin ese complemento, los cierres financieros se han vuelto más difíciles y cada vez más hogares quedan por fuera de la posibilidad de acceder a vivienda propia.
Ante la incertidumbre del sector, Guillén fue clara: los proyectos no se han detenido.
“No creo que se haya frenado. Siempre hay stock de vivienda. Pero sí hay menos personas vulnerables con acceso real al subsidio y en nuestros afiliados ellos accedían a la concurrencia del subsidio del estado y la caja para poder realizar los cierres financieros”, sostuvo.
El problema, explicó, no es la oferta de proyectos, sino la capacidad económica de las familias para adquirirlos.
El esfuerzo de las familias sigue, pese a las dificultades
A pesar de la ausencia del subsidio estatal, las cajas continúan entregando subsidios en la misma proporción.
Panorama
Actualmente, el subsidio que otorgan las cajas para vivienda nueva está en aproximadamente 34 millones de pesos, mientras que una vivienda de interés social oscila entre 150 y 170 millones.
Aunque se hacen esfuerzos por impulsar la vivienda rural, Guillén aseguró que el comportamiento de estos proyectos es distinto.
“El crecimiento sigue concentrado en las zonas urbanas”, recalcó.
Mientras el programa Mi Casa Ya permanece inactivo, las cajas de compensación se han convertido en el soporte fundamental del acceso a vivienda para miles de trabajadores y sus familias.
Sin embargo, la dirigente gremial advirtió que, sin el respaldo del Estado, la meta de ampliar el acceso a vivienda social se vuelve cada vez más difícil.
“Era una posibilidad maravillosa: recibir el subsidio del Estado, el de la caja y lograr el cierre financiero. Hoy eso ya no existe”, concluyó.