¿En qué se diferencia el salario mínimo vital del salario mínimo tradicional en Colombia?

El salario mínimo para 2026 reactivó la discusión sobre el mínimo vital y su diferencia con el ingreso legal vigente.
El salario mínimo legal y el salario mínimo vital son conceptos distintos que volvieron al centro del debate salarial en Colombia para 2026. Crédito: Freepik | Camila Díaz - La FM

La definición del salario mínimo para 2026 volvió a poner sobre la mesa un concepto poco habitual en la discusión pública en Colombia: el salario mínimo vital. El tema tomó relevancia luego de que el Gobierno nacional anunciara que el incremento será fijado por decreto, tras no alcanzarse un acuerdo en la mesa de concertación salarial. A partir de ese escenario, se abrió una discusión sobre cómo se determina el ingreso básico de los trabajadores y qué necesidades debe cubrir.

El salario mínimo como referencia legal

El salario mínimo es el ingreso que, por ley, debe recibir un trabajador por su jornada laboral. Según los documentos de la Organización Internacional del Trabajo, se trata de una remuneración obligatoria que no puede ser reducida mediante acuerdos individuales o colectivos y que busca evitar pagos por debajo de un umbral definido por el Estado.

Esta entidad señala que el salario mínimo cumple la función de establecer un piso en el mercado laboral y de complementar otras políticas, como la negociación colectiva. Su fijación suele considerar variables económicas, pero no necesariamente refleja el costo total de vida de una familia.

El debate sobre el salario mínimo para 2026 volvió a poner en discusión el concepto de salario mínimo vital.Crédito: Camila Díaz - La FM

El salario mínimo vital y las necesidades básicas

El salario mínimo vital, de acuerdo con la información de la Organización Internacional del Trabajo y de la Agencia de Información Laboral, se entiende como el ingreso necesario para que una persona o un hogar pueda cubrir sus necesidades básicas. Entre estas se incluyen gastos como alimentación, vivienda, servicios públicos, salud y educación.

La Agencia de Información Laboral expone que este ha sido desarrollado por la Corte Constitucional como una garantía derivada del Estado Social de Derecho. En este enfoque, el ingreso no se limita a un monto legal, sino que se relaciona con la capacidad real de atender la canasta básica.

La distancia entre ambos conceptos

Uno de los ejes del debate es la brecha entre el salario mínimo vigente y el salario mínimo vital. Según los análisis de la Agencia de Información Laboral, el salario mínimo en Colombia cubre solo una parte de la canasta básica, especialmente en los hogares de ingresos bajos.

La diferencia entre salario mínimo y salario mínimo vital centra la discusión sobre el ingreso básico en Colombia.Crédito: Freepik

La información indica que este ingreso alcanza para cubrir las necesidades de una persona y de manera parcial las de un grupo familiar, lo que deja varios gastos esenciales sin respaldo. Esta diferencia explica por qué el concepto de mínimo vital aparece en la discusión salarial.

El impacto de precios e impuestos

Tanto la Organización Internacional del Trabajo como la Agencia de Información Laboral coinciden en que el valor real del salario no depende únicamente de su aumento anual. Factores como los impuestos indirectos y el comportamiento de los precios regulados influyen en la capacidad de compra de los trabajadores.

En los hogares que dependen del salario mínimo, los servicios públicos y los alimentos representan una parte significativa del gasto mensual. Cuando estos costos aumentan por encima del incremento salarial, la distancia frente al mínimo vital se amplía.

La fijación del salario mínimo por decreto reabrió el análisis sobre cómo se calcula el ingreso de los trabajadores.Crédito: Freepik

La decisión de fijar el salario mínimo por decreto para 2026 reactivó una discusión que va más allá del porcentaje de aumento. Los documentos de la Organización Internacional del Trabajo señalan que, a nivel internacional, el debate salarial está ligado a la capacidad del ingreso para cubrir las necesidades básicas de los trabajadores y sus familias, un enfoque que en Colombia vuelve a ocupar un lugar central.