Durante Siempre Contigo de La FM, la periodista Silvia Corzo conversó con la psicóloga Marcela Díaz, especialista en psicoterapia individual, de pareja y familia, sobre el trastorno de personalidad narcisista. En la entrevista, Díaz explicó las principales características de este comportamiento y las señales que pueden ayudar a reconocerlo en diferentes ámbitos de la vida.
¿Qué caracteriza a una persona con trastorno narcisista de la personalidad?
Según la psicóloga, el narcisismo es un espectro que va desde rasgos saludables, asociados a la autoestima y la confianza, hasta un trastorno que causa daño en el entorno. “Todos tenemos algo de narcisismo saludable, esa capacidad de creer en nosotros para iniciar un proyecto o lanzarnos a algo nuevo”, señaló. Sin embargo, advirtió que cuando estos rasgos se intensifican, “aparecen comportamientos dañinos para quienes rodean a la persona que los presenta”.
Díaz precisó que quienes padecen el trastorno narcisista “sí son conscientes del daño que causan, pero no sienten culpa ni deseo de reparar”. Explicó que este tipo de empatía “es racional, algunos colegas la llaman empatía oscura: sé que está mal lo que hice, pero no me mueve”. Añadió que, a diferencia de las personas emocionalmente saludables, quienes tienen este trastorno “no registran el dolor que generan en otros ni sienten remordimiento”.
Al responder a un oyente sobre si estas personas evaden conversaciones incómodas, Díaz afirmó que sí: “Las conversaciones difíciles los enfrentan a asumir responsabilidades que no quieren aceptar. Tienen una autoestima muy frágil que compensan con ideas de grandiosidad, y cualquier crítica los desestabiliza”.
¿Cómo se manifiesta el narcisismo en la familia y las relaciones de pareja?
La especialista explicó que el trastorno narcisista puede expresarse de manera distinta según el rol social o familiar. “Un padre o madre narcisista instrumentaliza a sus hijos, los hace parte de su autoimagen. El amor se vuelve condicionado: los hijos sienten que solo son amados si hacen sentir orgulloso al padre o la madre”, dijo. En el ámbito laboral, agregó, “un jefe narcisista puede reaccionar con exclusión o castigo ante la crítica y generar acoso laboral”.
Sobre las relaciones de pareja, Díaz señaló que “una relación con una persona narcisista se caracteriza por el ciclo de idealización, devaluación y descarte”. Explicó que el inicio suele ser muy intenso, pero con el tiempo “llegan la crítica, la burla y el desprecio, seguidos de un aparente arrepentimiento que reaviva la esperanza de cambio”. Este patrón, conocido como refuerzo intermitente, genera confusión y dependencia emocional. “Es la fórmula perfecta para crear adicción”, afirmó.
En cuanto a las causas, la psicóloga indicó que “el narcisismo se gesta en la infancia, en contextos de abuso, abandono o ausencia de límites”. Señaló que “no toda persona herida lastima a otros, pero quienes desarrollan el trastorno transforman ese dolor en control y manipulación”.
Finalmente, Díaz recomendó a quienes identifican estos comportamientos en sus relaciones “ponerse a salvo”. Explicó que “cuando no se puede cortar el vínculo, se debe mantener una distancia óptima, con información superficial y límites claros”. Para quienes logran alejarse, aconsejó buscar acompañamiento terapéutico y vínculos seguros: “La recuperación implica reconectarse con la vida, los proyectos y las cosas que dan felicidad”.