En el pódcast Los hombres sí lloran, conducido por Juan Pablo Raba, el cantante colombiano Llane habló sobre su salida del grupo musical Piso 21 y cómo esta decisión marcó un punto de inflexión en su vida personal y profesional. Con 35 años, Llane ha desarrollado una carrera como solista en el pop latino y reguetón, consolidándose como compositor y artista reconocido en la música urbana de Colombia y Latinoamérica.
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Infancia y primeros pasos en la música
Llane recordó que su relación con la música comenzó desde la infancia. Su padre, militar y aficionado a la música llanera, abrió un restaurante llamado Alma Llanera, donde el cantante empezó a cantar y a tocar instrumentos desde joven. “Mi mamá me decía, ‘¿Usted sabe cantar? Cante todas esas canciones llaneras’, y me pagaba 80.000 los jueves. Fue mi primer escenario”, relató.
El artista señaló que la muerte de su padre, cuando tenía 12 años, fue un momento decisivo que lo impulsó a canalizar sus emociones a través del arte y el baile. “Ese proceso abrió mi rebeldía y empecé a expresar el dolor con la música y el breakdance”, afirmó.
Trayectoria en Piso 21
Llane integró Piso 21 durante seis años. Explicó que, aunque el grupo le permitió crecer profesionalmente, también enfrentó retos personales relacionados con la fama y la presión de mantenerse relevante. “Cuando me salí, a los 29 años, empecé a vivir dificultades mentales. Sentía que mi identidad dependía de la fama, el reconocimiento y el éxito”, confesó.
El cantante añadió que la exposición mediática y los excesos asociados a su carrera, incluyendo alcohol y drogas, lo llevaron a un proceso de autodescubrimiento. “Hoy en día me doy cuenta de que el poder está en no necesitar nada externo para estar bien”, afirmó.
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Motivos de la salida de Piso 21
Llane señaló que la decisión de dejar el grupo fue personal y necesaria para su desarrollo emocional y espiritual. “Siempre me sentí como mosco en leche. Era conflictivo y tenía dificultades para encajar, incluso en entornos cercanos. Necesitaba hacer mi proceso”, explicó.
El cantante recordó que dentro del grupo vivió situaciones de celos y competencia que lo llevaron a reconocer carencias personales. “Yo nunca tuve a Dios ni una conexión profunda conmigo mismo. Eso afectaba cómo me relacionaba con las personas y con las mujeres”, dijo.
Proceso de limpieza mental y crecimiento personal
Tras salir de Piso 21, Llane comenzó un proceso de reconstrucción. Subrayó la importancia de rodearse de personas que aporten positividad y de evitar estímulos que lo alejen de su bienestar. “Empecé a limpiar lo que veía y con quién me rodeaba. Esto me permitió canalizar mejor mi energía y proyectos”, afirmó.
También habló sobre cómo la pornografía y los excesos sexuales influyeron en su vida y la necesidad de reconectar con la intimidad real. “Uno aprende a hacer el amor y no solo a tener sexo. La pornografía distorsiona la percepción de la relación entre hombres y mujeres”, señaló.
Equilibrio y definición de éxito
Para Llane, el éxito ya no se mide por la fama, sino por su capacidad de vivir de manera equilibrada y consciente. “Hoy baso mi éxito en ser un buen hombre, saber resolver situaciones cotidianas y mantener mi bienestar emocional”, afirmó. Añadió que la ayuda de psicólogos, guías y personas cercanas fue crucial en este proceso de autodescubrimiento.
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El artista concluyó que su salida de Piso 21 le permitió reconectar con su esencia, fortalecer su identidad y desarrollar un enfoque más saludable de la vida y las relaciones personales, lo que ha sido clave en su consolidación como solista dentro del pop latino y reguetón.