La tiroides es una glándula endocrina situada en la parte frontal del cuello, justo debajo de la nuez. Tiene forma de mariposa y está compuesta por dos lóbulos unidos por un istmo.
Desempeña un papel fundamental en el organismo, ya que segrega hormonas que regulan el metabolismo, la temperatura corporal, el crecimiento y el desarrollo. Estas hormonas, principalmente la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3), son esenciales para el correcto funcionamiento de múltiples sistemas del cuerpo.
La glándula necesita yodo para producir sus hormonas. Una dieta equilibrada con alimentos como frutas, verduras, carnes, mariscos y cereales enriquecidos suele aportar la cantidad suficiente de yodo que la tiroides requiere. Sin embargo, en algunas regiones donde el yodo es escaso en la tierra, puede haber problemas de tiroides relacionados con la deficiencia de este mineral.
Algunas de las principales funciones de la tiroides incluyen el control del metabolismo, la regulación de la temperatura corporal, el mantenimiento de la fortaleza muscular y el estado de la piel. Por lo tanto, una tiroides sana es esencial para un buen estado de salud general.
Le puede interesar: Descubre la importancia de la tiroides para tu salud
Causas de las enfermedades de la tiroides
Las enfermedades de la tiroides son causadas por diversos factores que afectan la función de esta glándula. La enfermedad de Graves es una de las causas más comunes de hipertiroidismo, donde el sistema inmunitario crea anticuerpos que estimulan la tiroides a producir más hormona tiroidea de lo necesario. Esto puede llevar a síntomas como fatiga, cambios en la piel o el pelo, y un bulto en el cuello.
Otra causa común de hipotiroidismo es la enfermedad de Hashimoto, una enfermedad autoinmunitaria que hace que el sistema inmunitario ataque la glándula tiroides, disminuyendo su capacidad para producir hormonas tiroideas. La tiroiditis, que puede ser causada por una infección, un trastorno autoinmunitario u otra enfermedad, también puede llevar a hipotiroidismo.
Además, la cirugía de tiroides, la radioterapia para tratar el cáncer de cabeza y cuello, y ciertos medicamentos como el litio pueden causar hipotiroidismo. La inflamación de la glándula tiroides, conocida como tiroiditis, puede también derivar en hipotiroidismo después de una crisis tiroidea.
Lea también: Descubra si está sufriendo de problemas de tiroides: Síntomas a tener en cuenta
Alimentos para mantener la tiroides controlada
Para mantener la tiroides controlada, es importante incluir en la dieta alimentos que faciliten el buen funcionamiento de la glándula. A continuación, se presentan algunos alimentos recomendados y prohibidos según el tipo de tiroides:
Alimentos ricos en yodo
- Huevos
- Acelga
- Calabaza
- Semillas de sésamo
- Mariscos (almejas, mejillones, atún, salmón)
- Champiñones
- Sal fortificada con yodo
Alimentos ricos en zinc
- Ostras
- Germen de trigo
- Salvado
- Cordero
- Jengibre
- Frutos secos
- Guisantes
Alimentos magros
- Pollo
- Ternera
- Pavo
- Conejo
Alimentos ricos en vitaminas y carbohidratos
- Frutos cítricos
- Cereales
- Granos y semillas
- Levadura de cerveza
- Arroz
- Cacahuetes
- Setas
Alimentos ricos en selenio
- Carne roja
- Pescados
- Riñones
- Champiñones
- Hortalizas
Lea en La FM: ¿Qué recetas saludables y fáciles puede hacer? Aquí se las contamos
¿Qué alimentos debo evitar para mantener la tiroides saludable?
Para mantener la tiroides saludable, es importante evitar ciertos productos que pueden interferir con el buen funcionamiento de la glándula. A continuación, se presentan algunos alimentos que debes evitar o consumir con moderación:
- Brócoli, col, coliflor y coles de Bruselas: Contienen isotiocianatos y glucosinolatos que pueden afectar negativamente la función tiroidea.
- Nabos: Pueden alterar la función tiroidea.
- Yuca y boniatos: Contienen sustancias que pueden afectar negativamente la tiroides.
- Soja: Sus isoflavonas pueden inhibir la acción de una enzima necesaria para la síntesis de hormona tiroidea.
- Algas marinas: Un consumo excesivo puede frenar la función de la tiroides y afectar a personas con enfermedades tiroideas previas.
- Gluten: La ingesta excesiva puede relacionarse con el hipotiroidismo.