Los correos electrónicos recientemente desclasificados del patrimonio de Jeffrey Epstein han reavivado las sospechas sobre el relato del ex príncipe Andrew Mountbatten-Windsor respecto a su relación con el fallecido delincuente sexual y con su acusadora, Virginia Giuffre. Los mensajes, fechados en 2011, contradicen las afirmaciones públicas del duque de York y apuntan a que el contacto entre él, Epstein y Ghislaine Maxwell continuó mucho después de que asegurara haber cortado vínculos.
Según los documentos publicados el miércoles por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Andrew escribió a Epstein y Maxwell en marzo de 2011 —cuatro meses después de decir que había roto con el magnate— un mensaje en el que expresaba su desesperación: “No puedo soportar más esto”, en referencia a un artículo del Mail on Sunday que lo vinculaba con las acusaciones de abuso sexual.
Uno de los correos más reveladores es el que Epstein envió ese mismo año, confirmando indirectamente la autenticidad de la polémica fotografía en la que Andrew aparece abrazando por la cintura a Giuffre, entonces de 17 años. “Sí, ella estaba en mi avión y sí, se tomó una foto con Andrew, como muchos de mis empleados”, escribió el financiero.
El duque de York ha sostenido durante años que “no tiene absolutamente ningún recuerdo” de que esa imagen se haya tomado, insinuando en una entrevista con BBC Newsnight en 2019 que podría ser falsa o manipulada. Sin embargo, el contenido de los correos refuerza las versiones que Giuffre ha mantenido desde hace más de una década.
En sus memorias póstumas, Giuffre sostuvo que fue obligada a mantener relaciones sexuales con el ex príncipe tres veces: una en la casa londinense de Maxwell, otra en la residencia de Epstein en Manhattan y una tercera en la isla privada del magnate, Little St. James, en el Caribe.
Los correos también revelan cómo Andrew buscó asesoría directa de Epstein para lidiar con la prensa. En uno de los intercambios, el ex príncipe pregunta cómo responder al Mail on Sunday. Epstein contestó con sarcasmo: “No estoy seguro de cómo responder; la única persona con la que no tuvo relaciones sexuales fue Elvis”.
En otro mensaje, Andrew insistió: “Por favor, asegúrense de que cada declaración o carta legal indique claramente que NO estoy involucrado y que no sabía ni sé NADA sobre ninguna de estas acusaciones”.
Epstein, por su parte, parecía obsesionado con desacreditar a Giuffre ante los medios. En un correo de julio de 2011, escribió: “Envíen a un reportero a investigarla... al Palacio le encantaría. La chica de la foto no era más que una telefonista. Según su versión, trabajó para Trump a los 15 años en Mar-a-Lago. Es ridículo”.
Estos mensajes, junto con miles de páginas adicionales, exponen cómo Epstein y su círculo más cercano —incluyendo a Maxwell y al propio Andrew— intentaron contener el daño mediático mientras crecían las investigaciones por tráfico sexual.
La publicación de los correos coincide con un renovado escrutinio sobre el papel del ex príncipe en la red de abusos. Sus lazos con Epstein le costaron en 2022 la pérdida de sus títulos reales y militares, en una decisión tomada por el rey Carlos III, que puso fin de manera definitiva a su vida pública.
Epstein se suicidó en 2019 en una prisión de Nueva York mientras esperaba juicio por tráfico sexual de menores. Maxwell fue condenada en 2022 a 20 años de prisión. Andrés, por su parte, niega todas las acusaciones en su contra.