Las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvieron a encender las alarmas diplomáticas en América Latina. Durante un evento en el Despacho Oval, el mandatario aseguró que estaría dispuesto a actuar directamente contra laboratorios de cocaína en Colombia e incluso a autorizar operaciones militares en México como parte de una estrategia más agresiva contra el narcotráfico.
Aunque no anunció intervenciones directas, sí dejó abierta la posibilidad, elevando la tensión regional y generando preocupación en los gobiernos involucrados.
Según reportes oficiales, Trump afirmó que apoya medidas más fuertes contra los cárteles de la droga en México y Colombia, aunque insistió en que todavía no ha tomado decisiones sobre una incursión militar directa. De acuerdo con la Casa Blanca, el mandatario ha intensificado su campaña contra el narcotráfico marítimo y ha autorizado operaciones de interdicción más enérgicas, otorgando a las fuerzas estadounidenses facultades ampliadas para inutilizar o hundir embarcaciones sospechosas de transportar narcóticos.
¿Por qué Trump menciona directamente a Colombia?
Durante su intervención, Trump aseguró que “Colombia tiene fábricas de cocaína donde se produce la droga” y sostuvo que estaría personalmente dispuesto a intervenirlas si considera que es necesario. “¿Destruiría yo esas fábricas? Lo haría con orgullo, personalmente. No he dicho que lo vaya a hacer, pero estaría orgulloso de hacerlo”, declaró ante periodistas en la Oficina Oval.
Sus declaraciones se producen en un contexto diplomático sensible. Estados Unidos mantiene desde hace meses operaciones militares en el Caribe y el Pacífico contra lanchas que, según Washington, transportan cargamentos de droga. La administración Trump ha reiterado que varios países latinoamericanos, incluidos Colombia, México y Venezuela, no han actuado con suficiente contundencia frente a las organizaciones de narcotráfico.
En el caso colombiano, las palabras del presidente se suman a críticas previas sobre la producción de cocaína y la efectividad de las operaciones antinarcóticos, un señalamiento que ha tensado la relación bilateral durante los últimos meses.
¿Qué dijo Trump sobre México, Venezuela y posibles operaciones militares?
Además de su referencia a Colombia, Trump fue consultado sobre si aprobaría operaciones antidrogas directas en territorio mexicano. Su respuesta fue tajante: “¿Lanzaría ataques en México para detener el tráfico de drogas? Está bien para mí. Lo que sea necesario para detener las drogas”. Aunque aclaró que no ha tomado una decisión, reiteró: “No dije que lo haré, pero estaría orgulloso de hacerlo. Porque vamos a salvar millones de vidas al hacerlo”.
El mandatario también fue interrogado sobre la situación en Venezuela y la posibilidad de hablar con Nicolás Maduro. Trump afirmó que “en algún momento” podría haber una conversación, pero calificó al presidente venezolano como alguien que “no ha sido bueno para Estados Unidos”. Al preguntársele si descartaba enviar tropas estadounidenses a ese país, respondió: “No, no lo descarto, no descarto nada”.
Las declaraciones se dan mientras Washington despliega un amplio operativo militar marítimo que incluye un portaaviones, buques de guerra y aviones furtivos. Hasta la fecha, Estados Unidos acumula más de 20 ataques contra embarcaciones en la región, con al menos 83 víctimas mortales, según reportes oficiales.
Venezuela ha señalado que estos movimientos representan un riesgo directo para su estabilidad y los interpreta como un intento de derrocar a Maduro. El gobierno estadounidense sostiene que su objetivo principal es frenar el tráfico de drogas y contener las redes criminales que operan en varios países de la región.
¿Qué implican estas declaraciones para la región?
Las palabras de Trump profundizan un clima de incertidumbre en América Latina, donde gobiernos y analistas coinciden en que el aumento de las tensiones militares podría afectar la estabilidad política y la cooperación bilateral en materia de seguridad.
Colombia, México y Venezuela están en el centro de la discusión, ya sea por la producción, el tránsito o la disputa política asociada al narcotráfico. Aunque Trump no confirmó operaciones directas en ninguno de estos países, su postura endurecida deja abierta una puerta que preocupa a la región y que anticipa nuevos desafíos diplomáticos en los próximos meses.