Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos ejecutaron un nuevo ataque letal contra una embarcación sospechosa de narcotráfico en el océano Pacífico oriental, como parte de la campaña militar denominada Operación Southern Spear, dejando al menos una persona muerta, según confirmó el Comando Sur estadounidense.
De acuerdo con la información oficial, la operación se llevó a cabo el 22 de diciembre en aguas internacionales, tras una orden directa del secretario de Defensa, Pete Hegseth. El objetivo fue una “embarcación de bajo perfil” presuntamente operada por organizaciones que Washington ha clasificado como terroristas.
“El 22 de diciembre, por orden del secretario de Defensa, Pete Hegseth, la Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear llevó a cabo un ataque letal contra una embarcación de bajo perfil operada por organizaciones designadas como terroristas en aguas internacionales”, informó el Comando Sur de EE.UU. a través de un comunicado publicado en la red social X.
El organismo militar agregó que ningún integrante de las Fuerzas Armadas estadounidenses resultó herido durante la operación, aunque no ofreció detalles adicionales sobre la identidad de la víctima ni sobre la carga que transportaba la embarcación atacada.
Con este nuevo episodio, asciende a al menos 105 el número de personas fallecidas en ataques contra embarcaciones sospechosas de tráfico de drogas, en el marco de la Operación Southern Spear, una estrategia que la administración del presidente Donald Trump sostiene que busca frenar el narcotráfico en el hemisferio occidental.
La semana pasada, fuerzas estadounidenses atacaron dos embarcaciones similares en el Pacífico oriental, acciones que dejaron cinco personas muertas.
La Casa Blanca ha defendido estos operativos calificando a los fallecidos como “combatientes ilegales” y ha reivindicado la facultad de realizar ataques letales sin revisión judicial, amparándose en un hallazgo clasificado del Departamento de Justicia, cuya existencia ha sido citada por funcionarios del Ejecutivo.
Presión al régimen de Maduro
Los ataques forman parte de una intensificación de la acción militar estadounidense en Sudamérica y el Caribe, en un contexto de creciente presión sobre Venezuela.
Trump ha acusado reiteradamente al gobierno venezolano de robar “petróleo, tierras y otros activos” pertenecientes a Estados Unidos y, la semana pasada, ordenó un “bloqueo total y completo” de los petroleros sancionados que entren o salgan del país sudamericano.
En este marco, Estados Unidos ha interceptado al menos dos petroleros frente a las costas venezolanas durante el último mes y continúa la búsqueda de otra embarcación, mientras mantiene una significativa concentración naval y de tropas en el Caribe.
Consultado este lunes sobre su estrategia final hacia Venezuela, Trump evitó dar una respuesta directa, aunque volvió a insinuar la posibilidad de acciones militares terrestres y lanzó nuevas advertencias a Nicolás Maduro.
“No hay respuesta. Puede hacer lo que quiera. Tenemos una armada enorme, la más grande que jamás hayamos tenido, y la más grande que hayamos tenido en Sudamérica”, declaró Trump. “Puede hacer lo que quiera. Está bien, lo que quiera hacer. Si quiere hacer algo, si se pone duro, sería la última vez que lo hará”.
El gobierno venezolano reaccionó de inmediato, afirmando que el bloqueo naval ordenado por Washington podría interrumpir el suministro energético mundial. La posición fue expresada en una carta firmada por Maduro y leída públicamente por el canciller Yván Gil.
Maduro también criticó el despliegue militar estadounidense en el Caribe, que Washington justifica como parte de la lucha contra el narcotráfico, calificándolo de “amenaza directa con el uso de la fuerza”.
En el mismo documento, Venezuela condenó los ataques estadounidenses a embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, describiéndolos como parte de una “práctica sistemática de fuerza letal” ejecutada al margen del derecho internacional.