El exembajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, afirmó en entrevista con La FM que las discusiones entre funcionarios estadounidenses y representantes de Venezuela avanzan en un escenario marcado por interrogantes sobre el alcance de las ofertas atribuidas a Nicolás Maduro y los posibles cursos de acción del gobierno de Donald Trump. Según explicó, aún no es claro cuál es el resultado que Washington busca ni cómo las medidas adoptadas podrían conducir a una definición sobre la crisis política venezolana.
¿Qué negocia Estados Unidos con Venezuela según Kevin Whitaker?
Whitaker indicó que la información divulgada sobre la supuesta propuesta de Maduro de dejar el poder en dos años confirma que existen “negociaciones y discusiones entre las partes norteamericanas y venezolanas”. Sin embargo, señaló que es necesario establecer si la oposición venezolana, incluida María Corina Machado y el candidato Edmundo González, participa en esos acercamientos, pues su exclusión alteraría cualquier proceso de transición. También mencionó versiones que plantean un relevo interno en el entorno de Maduro, lo cual, afirmó, “sería inaceptable desde el punto de vista de la transición democrática”.
Frente a la posibilidad de que Washington acepte un acuerdo basado en la salida diferida de Maduro, Whitaker señaló que no ve señales de que la administración Trump esté dispuesta a validar ese escenario. Recordó que, según los resultados reivindicados por la oposición, “ya ha habido una elección y la elección ganó Edmundo González”, por lo que cualquier fórmula distinta al traspaso de mando generaría tensiones adicionales.
¿Puede haber una acción militar de Estados Unidos contra Maduro?
El exembajador se refirió al despliegue del portaaviones USS Gerald Ford en el Caribe, un movimiento que ha generado interpretaciones sobre un posible uso de fuerza. Señaló que la administración Trump ha actuado con tácticas más que con una estrategia definida, lo que conduce a incrementos de presión militar sin una explicación clara sobre su propósito. Recordó que Trump “se ha opuesto a cada acción militar estadounidense desde la guerra de Vietnam”, aunque no descartó operaciones aéreas limitadas, tal como ha ocurrido en episodios recientes.
Whitaker advirtió que una ofensiva enfrentaría dos problemas: la ausencia de blancos definidos en territorio venezolano y la dificultad para vincular un ataque con el objetivo de instalar a González. Citó al general David Petraeus, quien sostenía que cada operación debía responder a la pregunta “dígame cómo eso termina”, algo que, según Whitaker, aún no tiene respuesta.
Sobre la designación del cartel de los Soles como organización terrorista extranjera, explicó que esa medida no habilita automáticamente el uso de fuerza, pues ya no existe el marco legal que en el pasado permitió operaciones militares globales contra grupos catalogados como amenaza. Aun así, recordó que la administración Trump “está lista para cruzar esas líneas” si lo considera necesario.
Consultado por las declaraciones del presidente Trump sobre su intención de “destruir” fábricas de droga en Colombia, interpretó esa frase como un mensaje dirigido al presidente Gustavo Petro, en medio de lo que describió como una relación con fricciones. También se refirió al restablecimiento de los aranceles cafeteros bajo condiciones del TLC, afirmando que, como suele ocurrir con los logros diplomáticos, “va a tener muchos padres y madres”.
Finalmente, sobre la capacidad de Trump para actuar sin autorización legislativa, sostuvo que el Congreso no ha mostrado disposición para exigir límites, lo que deja al presidente con amplio margen de acción. Añadió que un eventual encuentro entre Trump y Maduro es posible, dado que el mandatario estadounidense “se reúne con todo el mundo”, aunque advirtió que la administración mantiene visiones internas divergentes sobre Venezuela.