El domingo, los senadores aprobaron a mano alzada la vacunación obligatoria contra la gripe para el personal sanitario autónomo, una medida que había sido rechazada por los parlamentarios durante la primera lectura del presupuesto de la seguridad social para 2026.
Un artículo del proyecto de ley de financiación de la seguridad social estipulaba inicialmente que, "previa recomendación" de la Autoridad Nacional de Salud (HAS), la vacunación contra la gripe sería obligatoria para los residentes de residencias de ancianos (EHPAD) "durante el período epidémico".
El mismo requisito, sujeto a la recomendación de la HAS, está previsto para los "profesionales sanitarios que ejercen de forma independiente" una profesión contemplada en un decreto emitido por el Consejo de Estado.
Se espera que este decreto especifique las "condiciones laborales" del personal sanitario y su "exposición a riesgos de infección", en particular para las personas a su cargo.
El artículo fue rechazado por la Asamblea Nacional, con el voto en contra de la alianza Agrupación Nacional-Unión por la República (RN-UDR) y La Francia Insumisa (LFI). La Agrupación Nacional (RN) había defendido la "libertad de vacunación", mientras que La Francia Insumisa (LFI) había expresado su preocupación por la suerte de los residentes que se negaban.
Los senadores, por su parte, la aprobaron, no sin antes adoptar una enmienda de la ponente general, Corinne Imbert (Los Republicanos), que eliminaba el requisito obligatorio de vacunación para los residentes de residencias de ancianos (EHPAD), en contra de la recomendación del gobierno.
Subrayando que la tasa de cobertura de vacunación entre los residentes ya es elevada (83%), la Sra. Imbert argumentó que el requisito planteaba "cuestiones éticas delicadas para los residentes, en particular en lo que respecta al consentimiento para la atención, que es aún más complejo para las personas que pueden sufrir deterioro cognitivo".
También afirmó que "no se pueden extraer consecuencias concretas (...) de la negativa a la vacunación", porque "no es imaginable (...) la expulsión de personas vulnerables de sus centros de atención por negarse a vacunarse".
La ministra de Salud, Stéphanie Rist, emitió una opinión desfavorable, enfatizando que la tasa de vacunación del 83% podría enmascarar disparidades significativas entre los distintos centros de salud.
Se espera que la Autoridad Nacional de Salud de Francia (HAS) emita una recomendación esta primavera sobre la vacunación obligatoria contra la gripe para el personal sanitario que trabaja en hospitales y centros de atención a largo plazo en 2026.
La epidemia de gripe de 2024 causó 17.000 muertes, un aumento repentino que afectó gravemente a los hospitales y reavivó el delicado tema de la vacunación obligatoria, dado que solo el 21% del personal sanitario está vacunado contra la gripe, según la Sra. Rist.