La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos emitió un mensaje de alerta sobre el territorio venezolano y una amplia sección del sur del Caribe por el aumento de la actividad militar. Manfred Grautoff, analista internacional y experto en seguridad, explicó en La FM los posibles alcances de esta alerta y los escenarios que se podrían presentar.
Según Grautoff, el despliegue militar en la región indica que “cada vez estamos más cerca de lo que va a suceder en Venezuela”. Señaló que hay evidencia de movimientos estratégicos, como el avistamiento de F35, y golpes contra embarcaciones de narcotráfico que podrían anticipar acciones de mayor envergadura. Añadió que se observan posibles incidentes de sabotaje, especialmente en refinerías, y comparó el procedimiento con ataques previos en Irán, indicando que “fue el mismo procedimiento, fue la misma estrategia”.
El analista destacó el movimiento nocturno de personal militar en Washington y Arlington como indicador de actividad significativa: “El movimiento que ha tenido el Pentágono en estos días, en las noches, ha sido demasiado alto”. Según Grautoff, estos indicadores muestran que las autoridades de Estados Unidos monitorean cada detalle de la situación y anticipan posibles operaciones sobre el territorio venezolano.
¿Por qué se anuncian públicamente los movimientos militares?
Grautoff explicó que la tecnología avanzada hace difícil ocultar grandes operaciones, incluyendo el movimiento de portaviones. Señaló que parte de la estrategia consiste en el desgaste psicológico de la población y del personal militar local: “desgastar psicológicamente es parte de la estrategia”. También mencionó que la guerra electrónica, que incluye interferencia de radares y redes de control, permite realizar operaciones sin alertar inmediatamente a los sistemas de defensa del país afectado. Esta metodología, según Grautoff, se diferencia de ataques sorpresivos de menor escala y está orientada a operaciones convencionales de gran magnitud.
El especialista detalló que, en un escenario de conflicto, el primer paso sería “apagar toda la red de radares”, dejando a los operadores sin información sobre el tráfico aéreo. Señaló que misiles antibuque podrían alcanzar hasta 70 kilómetros y que las defensas de Estados Unidos bloquearían cualquier amenaza a distancia. Además, identificó bases clave en Venezuela que podrían ser afectadas, incluyendo la base Libertador, Barcelona y la Aira, ubicadas cerca de Caracas y de la costa occidental del país.
¿Qué papel juega la negociación y la oposición venezolana?
Grautoff también abordó los escenarios de negociación relacionados con las reservas de petróleo y la transición política. Señaló que tanto el gobierno de Maduro como la oposición han mostrado disposición a ofrecer producción de petróleo, con potencial de hasta 2,5 millones de barriles diarios si se reactiva la industria. Indicó que Estados Unidos tiene interés en este recurso y recordó que negociaciones con países como Irán han sido seguidas por acciones militares rápidas: “También se la abrió a Irán e Irán sí tiene un programa nuclear en curso”.
El analista concluyó que la efectividad de cualquier operación dependerá de la actividad política dentro de Venezuela, donde la oposición aún no ha mostrado un movimiento cohesionado: “La oposición venezolana siempre nos ha dejado muchas incertidumbres”. Según Grautoff, la situación es compleja y las medidas ya adoptadas podrían no tener vuelta atrás.