¿Quién era Tatiana Schlossberg, la nieta de John F. Kennedy que murió de cáncer a los 35 años?

Hija del diseñador Edwin Schlossberg y de la diplomática Caroline Kennedy, la sobreviven su esposo, George Moran, y sus dos hijos.
Además de su trabajo en el New York Times, Schlossberg publicó artículos en medios como The Atlantic y Vanity Fair. Crédito: AFP

La periodista estadounidense Tatiana Schlossberg, nieta del presidente John F. Kennedy, murió de cáncer a los 35 años, informó su familia este martes.

Una trayectoria destacada en el periodismo

Schlossberg era reportera de ciencia y medio ambiente para el New York Times y padecía una leucemia aguda. “Nuestra hermosa Tatiana murió esta mañana. Siempre estará en nuestros corazones”, escribió su familia en un comunicado publicado en la cuenta de Instagram de la Fundación de la Biblioteca JFK.

El testimonio sobre su enfermedad

Schlossberg escribió sobre su diagnóstico con Leucemia Mieloide Aguda, en mayo de 2024, en un conmovedor ensayo para The New Yorker, publicado en noviembre.

En las últimas pruebas médicas, mi médico me dijo que quizá me quedaba un año de vida”, escribió. “Mi primer pensamiento fue que mis hijos, cuyas caras viven permanentemente bajo mis párpados, no se acordarían de mí”.

Legado profesional y familiar

Además de su trabajo en el New York Times, Schlossberg publicó artículos en medios como The Atlantic y Vanity Fair. En 2019 escribió el premiado libro “Consumo invisible: el impacto ambiental que no sabes que tienes”.

Hija del diseñador Edwin Schlossberg y de la diplomática Caroline Kennedy, la sobreviven su esposo, George Moran, y sus dos hijos.

Cancelaciones en el Trump-Kennedy Center

La noticia se dio a conocer a tan horas que varios artistas cancelaran sus presentaciones en el Kennedy Center, una emblemática institución cultural de la capital de Estados Unidos que acaba de ser rebautizada como Trump-Kennedy Center por su junta directiva, integrada por allegados del presidente republicano.

Músicos que debían tocar a fin de año anunciaron la cancelación de sus funciones, lo que provocó la ira de Richard Grenell, presidente de la institución.

"Los artistas que ahora cancelan espectáculos fueron contratados por la anterior dirección de extrema izquierda", escribió el lunes por la noche en X, calificándolos de "activistas".

"Las artes son para todos y a la izquierda le enfurece eso", añadió, al denunciar un supuesto "boicot".

Amenazas legales y acusaciones de intolerancia

El funcionario también amenazó a uno de los artistas, Chuck Redd, con acciones legales y exigió una compensación de 1 millón de dólares, según una carta consultada por la AFP, en la que acusó al músico de "intolerancia" y de "tácticas de intimidación".

Para The Cookers, un grupo de jazz que decidió cancelar su concierto del 31 de diciembre, "el jazz nació de la lucha y de una obstinación incansable por la libertad: libertad de pensamiento, de expresión", según indicó en un comunicado.

"No le damos la espalda a nuestro público y queremos asegurarnos de que, cuando volvamos al escenario, la sala pueda celebrar la presencia total de la música y de todos quienes la hacen", indicó el texto.

Rechazo artístico y giro ideológico

La compañía de danza Doug Varone and Dancers, cuya presentación en Washington estaba prevista para abril de 2026, también anuló sus funciones.

"A raíz de la última decisión de Donald Trump de renombrar la sala en su honor, ya no podemos permitirnos, ni pedirle a nuestro público, poner un pie en esta institución antaño prestigiosa", señaló el lunes en Instagram.

Kristy Lee, una cantante de folk, confesó en redes sociales que cancelar su concierto previsto para enero de 2026 "duele".

"Así es como pago mis facturas. Pero perder mi integridad me costaría más que cualquier salario", declaró.

La Casa Blanca anunció el 18 de diciembre que el Kennedy Center pasaría a llamarse "Trump-Kennedy Center" tras una votación unánime de la junta directiva.

El cambio de nombre fue rechazado por la familia del fallecido presidente John F. Kennedy y por la oposición demócrata.

La nueva dirección de la institución ha eliminado además los espectáculos de drag y los eventos que celebran a la comunidad LGBT+.

En cambio, ha organizado conferencias de la derecha religiosa e invitado a artistas cristianos.

Según la prensa estadounidense, la venta de entradas ha disminuido desde la llegada del nuevo consejo de administración.