En una conversación telefónica de poco más de cinco minutos, realizada el 14 de octubre, el enviado estadounidense Steve Witkoff aconsejó directamente a Yuri Ushakov, principal asesor de política exterior del presidente ruso Vladimir Putin, sobre cómo abordar al presidente Donald Trump en un momento clave de la diplomacia global, según el medio Bloomberg.
Según el registro, Witkoff sugirió organizar una llamada entre Trump y Putin antes de la visita del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy a la Casa Blanca, prevista para esa misma semana, y utilizar el acuerdo de Gaza —que Trump había celebrado como uno de los mayores éxitos de su agenda internacional— como una puerta de entrada diplomática.
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“Armamos un plan de Trump de 20 puntos… y estoy pensando que tal vez hagamos lo mismo contigo”, le dijo Witkoff a Ushakov, revelando que las bases de la propuesta de paz habían sido discutidas en conversaciones informales entre ambos.
Trump, consultado luego por la prensa, afirmó que no había revisado la llamada pero que escuchó que se trataba de una “negociación estándar”. Agregó: “Tiene que convencer a Ucrania. Va a convencer a Rusia. Eso es lo que hace un negociador”.
Un plan nacido en llamadas discretas
La conversación telefónica sugiere que las tácticas de Witkoff contribuyeron a moldear el contenido inicial del plan de 28 puntos, del cual Moscú recibió una copia a principios de mes. Putin dijo públicamente que el documento podía servir como base para un eventual acuerdo.
Trump, por su parte, confirmó que instruyó a Witkoff para reunirse con Putin con el objetivo de cerrar los puntos finales del acuerdo: “El Plan de Paz original de 28 puntos… ha sido perfeccionado con aportes adicionales de ambas partes y solo quedan unos pocos puntos de desacuerdo”, escribió en Truth Social.
La llamada entre los presidentes finalmente ocurrió dos días después de la conversación Witkoff–Ushakov. El diálogo duró dos horas y media, y Trump lo calificó como “muy productivo”. Tras ello anunció una futura cumbre en Budapest que aún no se ha concretado.
Las presiones sobre Ucrania y el rol de los asesores rusos
La propuesta negociada por Witkoff incluyó elementos que Ushakov y el inversionista ruso Kirill Dmitriev discutieron en paralelo. Otra grabación revisada por Bloomberg muestra a ambos debatiendo qué tan agresivas debían ser las demandas rusas. Ushakov defendió pedir “el máximo”, temiendo que EE.UU. pudiera recortar la propuesta y luego presentarla como un acuerdo cerrado.
Mientras estas conversaciones avanzaban, Ucrania enfrentó fuerte presión de Estados Unidos para aceptar el plan. De acuerdo con Bloomberg, funcionarios estadounidenses incluso habrían insinuado suspender apoyo de inteligencia crucial si Zelenskiy no mostraba disposición a negociar. Las gestiones del secretario de Estado Marco Rubio permitieron moderar parcialmente esa presión.
Los términos iniciales exigían que Ucrania retirara tropas del Donbás en zonas no controladas por Rusia, creando un área desmilitarizada reconocida internacionalmente como rusa. Moscú también obtendría reconocimiento de facto sobre Crimea, Luhansk y Donetsk, mientras el resto de la línea del frente permanecería congelado.
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Lo que Witkoff anticipó
En la llamada del 14 de octubre, Witkoff expresó a Ushakov su respeto por Putin y afirmó haber transmitido a Trump su convicción de que Rusia desea un acuerdo. Sugirió que el líder ruso debía llamar al presidente estadounidense y felicitarlo por el acuerdo de Gaza, presentándolo como un “hombre de paz”.
“Yo, para ti, sé lo que se necesita para lograr un acuerdo de paz: Donetsk y quizás un intercambio de tierras…”, dijo Witkoff, aunque pidió no enfocarse en esos términos sino en crear un espacio político para avanzar.
Y remató: “El presidente me dará mucho margen y discreción para llegar a un acuerdo”.
“Vale. Me parece bien”, respondió Ushakov.