El asesinato del joven barranquillero Jean Claude Bossard en Bogotá ha generado consternación y rechazo en todo el país.
La muerte del joven, cuya investigación avanza en manos de las autoridades, ha despertado mensajes de indignación y llamados a la justicia desde diferentes regiones.
En Barranquilla dejó muchos amigos. Uno de ellos es Whesly García, quien lo recordó como un joven soñador, lleno de metas por cumplir, y como alguien que siempre transmitía ánimo y palabras de aliento a quienes lo rodeaban.
Whesly lo describió como “esas personas que motivan a los demás a salir adelante, siempre con una sonrisa”.
A veces tocaba bajarlo de una nube porque vivía en un mundo ideal o de fantasía precisamente por ser soñador, pero era demasiado soñador. Además, era una persona cálida. Siempre se mantenía con la mamadera de gallo, con el chiste y, sobre todo, con una sonrisa que a uno lo animaba mucho.
“J. C. fue amigo mío de hace años. Él, antes de irse a Bogotá, montaba motocicletas con nosotros en Barranquilla. Era el propio pelao animado, echado pa’ lante. Una persona que no se le arrugaba nada, es decir, era muy soñador, soñador”, dijo García.
Whesly García lo describió como el imán que los unía a todos y hacía enlaces de amistad. “Él tenía una particularidad que lo diferenciaba de todos nosotros: era como un imán porque nos unía, era como el enlace o el puente hacia las personas que nos daban solución. Por ejemplo, si alguien necesitaba solucionar algo con un abogado, él decía: ‘¡Te lo tengo!’. Él tenía todos los contactos, era muy popular y es muy lamentable que haya muerto así”, sostuvo.
Mientras avanza el esclarecimiento del caso, familiares y allegados piden que el crimen no quede en la impunidad y que el nombre de Jean Claude sea recordado por su espíritu alegre y su disposición a ayudar a los demás.