Cansados y preocupados se declararon los comerciantes del occidente antioqueño, especialmente de los municipios de San Jerónimo, Sopetrán y Santa Fe de Antioquia, zonas de gran afluencia turística, pero que, por estos días, la delincuencia estaría haciendo de las suyas.
Según relató uno de los comerciantes que, por seguridad, no dio su nombre, estructuras delincuenciales de Medellín, particularmente de sectores como Aranjuez, Campo Valdés y Manrique, se estarían desplazando hacia estos municipios para robar, intimidar y amenazar tanto a residentes como a turistas.
Aseguran que los delincuentes se movilizan armados y que los casos se repiten con frecuencia, incluso que aprovechan la poca presencia de las autoridades.
Entre las denuncias se encuentran hurtos a establecimientos comerciales, estaciones de gasolina y robos de vehículos y motocicletas. Los comerciantes señalan que estos hechos suelen ocurrir en horas de la noche, cuando hay menor presencia policial, lo que deja a la comunidad en mayor vulnerabilidad.
Realmente la situación es compleja, pues los mismos comerciantes indican que hay municipios con solo ocho o diez policías, realidad que le da aún más poder a los delincuentes para seguir intimidando a la población.
Los comerciantes reiteraron el llamado a las autoridades departamentales y a la Policía para que haya mayor acompañamiento, más presencia operativa y acciones contundentes que permitan recuperar la tranquilidad en esta zona del occidente antioqueño.
Recordemos que la falta de policías no es nueva: el mismo gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, ha denunciado tal situación, incluso pidiéndole al Gobierno del presidente Gustavo Petro más hombres de la fuerza pública para esta región del país que, en el día a día, se ve golpeada por la violencia de los grupos armados.