Jaime Esteban Moreno murió en un centro hospitalario luego de recibir una brutal golpiza por parte de dos ciudadanos en las calles de Chapinero en la madrugada del 31 de octubre de 2025. En un principio, cuando las autoridades detuvieron a tres personas, se estableció que este ataque se debió a una diferencia entre el estudiante de la Universidad de Los Andes y una de las mujeres capturadas por las autoridades locales.
Juan Carlos Suárez, Kleidymar Paola Fernández y Bertha Yohana Parra, todos disfrazados, testificaron que el Moreno había acosado a una de las mujeres y, como reclamo, tanto Juan Suárez como otro hombre, habían seguido al estudiante y su amigo para golpear al aprendiz de ingeniería de sistemas de la Universidad de los Andes.
Aunque las mujeres fueron liberadas, el hombre, que, según se conoció, llevaba sin estudiar en esta institución educativa por varios años, quedó preso y se llevó un proceso en su contra por el delito de asesinato, que aún no concluye y que está a espera de determinación por parte del juez a cargo.
¿Quién es Ricardo González y cómo llegó a Cartagena pese a ser buscado?
No obstante, el caso no estaba completo, puesto que el segundo agresor no había sido hallado. Hasta las horas de la mañana del diez de noviembre de 2025, cuando se entregó a las autoridades en Cartagena.
Luego de la pelea, se perdió la pista de este hombre que, pese a que las cámaras de seguridad de la zona en la que se desarrollaron los hechos lo siguieron varias cuadras hacia el oriente, las autoridades no lograron su captura inmediata como sí de sus compañeros en ataque.
Diferentes medios de comunicación lograron establecer que Ricardo González también recibió golpes en medio de la confrontación, puesto que, de acuerdo con el testimonio de un excompañero de trabajo, que pidió reserva de identidad, tenía heridas en su rostro y brazos.
Asimismo, este ciudadano indicó que hacia las nueve de la mañana del 31 de octubre Ricardo se presentó e indicó que "había tenido un problema" por la pelea registrada en cámaras. No obstante, González no habría presentado preocupación por lo sucedido.
De acuerdo con una publicación de El Tiempo, hacia el medio día de la noche de brujas, González entregó su puesto y se le vio corriendo por el sector; su jefe confirmó a la Fiscalía General de la Nación que le había pagado $100.000. El resto de sus compañeros indicaron al diario citado que se dieron cuenta de su desaparición hacia las tres de la tarde. Desde ese día, no se sabía nada de él.
Escapó a Cartagena
Ricardo González trabajaba en el servicio informal, aunque antes estuvo laborando como guarda de seguridad. Vivía en el centro de la capital colombiana. Una semana después aún no se sabía de su paradero. Hasta que, según confirmó La FM, se entregó a las autoridades en las instalaciones de la URI Canapote, en el departamento de Bolívar en la maña del 10 de noviembre.
Según reveló La FM, los familiares habrían convencido al joven para que afrontara las consecuencias. El padre de Ricardo había establecido contacto con el jefe del joven para indicarle que, de hablar con él, le insistiera en entregarse.
González realizó una formación técnica en carpintería en el SENA en su ciudad natal y después viajó a Bogotá para ganarse la vida. El sindicado será presentado ante un juez de control de garantías para hacer efectiva su captura, imputarle los cargos de homicidio agravado y solicitar su detención en centro carcelario.
¿Se iba para Venezuela?
Aunque de manera preliminar se estableció que Ricardo planeaba irse para el país vecino, La FM logró establecer que esto no es cierto y que por parte de la familia de González siempre se insistió al joven que se entregara.