En febrero de 2026, el sargento segundo Wilfredo de la Cruz Córdoba cumplirá 20 años, de sus 38 años de vida, al servicio de del Ejército Nacional y los colombianos.
Son 20 años que ha dedicado a su profesión, aquella que con tan solo 18 años recién cumplidos y contra los deseos de su mamá, decidió iniciar en el departamento del Putumayo.
Recuerda, de manera espontánea, que era una época en la que los jóvenes de su edad pensaban solo en disfrutar de la vida, de "las mieles del amor y la juventud".
Estaba lejos de pensar que hoy, convertido en sargento segundo del Ejército Nacional de Colombia, sería capaz de expresarse desde la experiencia que se gana con los años y la madurez con que le ha dado el guiar a sus hombres en el campo de combate.
En las selvas de Catatumbo
Relata con claridad sobre cada una de las unidades militares en las que ha servido, como si tratase de una prueba superada, una cima alcanzada, un logro culminado.
"He estado en tres departamentos del suroriente colombiano y terminé en la región del Catatumbo, en Norte de Santander, donde tengo mi unidad actual. Una unidad que me permitió llenarme de gloria, gracias al trabajo dedicado que hacemos en silencio y sin esperar nada a cambio", contó.
Ha sido justamente en Norte de Santander donde ha logrado convertirse en luz de esperanza para los secuestrados y así devolverlos a la libertad en medio de una operaciones militares de las que no brinda mayores detalles.
Es fiel a su filosofía del trabajo silencioso y reservado, una fórmula que adoptó desde sus inicios como soldado profesional y que le empezó a rendir frutos a mediados del 2011, cuando le dieron la oportunidad de avanzar en su carrera militar y hacer curso para suboficial.
"Cuando liberamos a una persona secuestrada, le estamos devolviendo la vida", afirma con una franqueza que solo experimentan aquellos que han vivido en carne propia esa experiencia.
Se siente orgulloso de pertenecer al Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal, del Gaula Militar en Norte de Santander, porque desde allí, dice, está "aportando a la seguridad y desarrollo de los habitantes de la región del Catatumbo, que ha sido muy golpeada por la violencia".
Su trabajo es uno de los más complejos y se enfrenta a la muerte cada día. Sin embargo, cada vez que logra recuperar a un secuestrado, sabe que su deber fue cumplido.
Es por ello que el sargento segundo Wilfredo de la Cruz Córdoba será galardonado como uno de los mejores hombres del Ejército Nacional, en medio de la décima tercera Noche de Honor que se llevará a cabo este viernes. Un reconocimiento que lo llena de orgullo y motivación para seguir trabajando con el fin de que la región del Catatumbo, algún día, esté libre de secuestrados.