Extraditan a Colombia al confeso autor del homicidio del sacerdote Darío Valencia en Pereira

Migración Colombia recordó que el proceso de extradición de este hombre duró más de un año.
Confeso asesino del sacerdote Darío Valencia Crédito: Migración Colombia

Las autoridades francesas extraditaron a Colombia a Julián Eduardo Cifuentes Gómez, confeso homicida del sacerdote Darío Valencia Uribe, en un crimen registrado en Pereira el 25 de abril de 2024.

Cifuentes Gómez, quien confesó ser el autor material del asesinato, fue capturado en el aeropuerto Charles de Gaulle, en París, gracias a la activación de una Circular Azul de Interpol. Durante su detención, el extraditado proporcionó la ubicación de los restos del religioso, los cuales fueron hallados en una zona rural del municipio de Belalcázar, en el departamento de Caldas.

La directora general de Migración Colombia, Gloria Arriero, recordó que el proceso de extradición se extendió por más de un año y medio y fue posible gracias a la cooperación entre las autoridades colombianas y francesas.

"Desde Migración Colombia hemos actuado en coordinación permanente con las autoridades francesas e Interpol para garantizar que esta persona fuera entregada de manera segura y conforme a todos los estándares legales", manifestó Arriero. El equipo de la institución migratoria verificó plenamente su identidad, ejecutó los controles migratorios correspondientes y aseguró el traslado inmediato a las autoridades colombianas.

Móviles del crimen: presuntos vínculos con propiedades y narcotráfico

Las investigaciones preliminares sugieren que los móviles del crimen estarían relacionados con las propiedades que administraba el sacerdote. Al parecer, algunas de estas fueron transferidas a personas con presuntos vínculos con el narcotráfico poco antes de su muerte.

Según las pesquisas, las transacciones que el sacerdote habría realizado días antes de su fallecimiento superan los 300 millones de pesos y carecían de la documentación de respaldo adecuada. Esta falta de soporte legal ha levantado serias sospechas sobre los verdaderos autores intelectuales del crimen.