Este jueves se lleva a cabo la primera de cuatro audiencias programadas por la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), donde cerca de 40 comparecientes de la fuerza pública y dos civiles reconocen más de 580 asesinatos que fueron presentados como bajas en combate en el departamento de Antioquia.
Estos crímenes fueron perpetrados por integrantes de seis batallones adscritos a la IV Brigada en Antioquia.
Del total de las víctimas, 228 siguen desaparecidas, 13 han sido identificadas en el proceso judicial.
Entre 2002 y 2003, 147 personas fueron asesinadas y presentadas ilegítimamente como bajas en combate por integrantes de la IV Brigada y el Batallón Bajes; y "entre 2004 y 2007, 442 personas fueron asesinadas por integrantes del BAJES, BIOPS, BIPEB, BIGIR, GMJCO y AFEUR 5".
De acuerdo con la JEP, la magistratura confirmó actos de tortura contra víctimas directas y familiares; además, 22 casos ya están documentados y se conocen 41 víctimas, principalmente campesinos del oriente antioqueño.
En un informe, la JEP asegura que las víctimas fueron torturadas para obligarlas a entregar información, material de guerra o supuestos contactos con la guerrilla.
Hay que indicar que, sobre este caso 03 Antioquia, la JEP imputó como máximos responsables a 39 exintegrantes de la IV Brigada y 2 civiles.
La Sala de Reconocimiento de Verdad estableció que el general (r) Mario Montoya Uribe, entonces comandante de la IV Brigada, impuso presión por resultados en términos de “litros”, “chorros”, “ríos”, “barriles” o “carrotanques de sangre”, convirtiendo esta lógica en una orden recurrente dentro de la tropa.
En este momento, el general retirado se encuentra imputado por más de 104 ejecuciones extrajudiciales.
La segunda sesión se realizará en Medellín entre el 15 y el 17 de diciembre, y en este espacio se espera que los comparecientes reconozcan los crímenes ocurridos en el Valle de Aburrá, el occidente y el norte de Antioquia entre 2004 y 2007.