Cuarenta exintegrantes de seis batallones adscritos a la IV Brigada en Antioquia, junto con dos civiles, reconocerán ante la justicia, las víctimas y la sociedad, los asesinatos y desapariciones forzadas de cerca de 589 personas que fueron presentadas ilegítimamente como bajas en combate en Antioquia.
Las dos primeras audiencias están programadas para este 4 de diciembre en la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) y se realizarán en Granada (Oriente antioqueño); allí serán abordados los crímenes perpetrados en esa región entre 2002 y 2007.
La segunda sesión se realizará en Medellín entre el 15 y el 17 de diciembre, y en este espacio se espera que los comparecientes reconozcan los crímenes ocurridos en el Valle de Aburrá, el Occidente y el Norte de Antioquia, entre 2004 y 2007.
De acuerdo con la JEP, entre 2002 y 2007, en distintas subregiones del departamento como el Oriente, Norte, Nordeste, Valle de Aburrá, Suroeste y Occidente, se registraron graves violaciones a los derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH).
Estos son los batallones involucrados en estos crímenes:
▪️ Batallón de Artillería n.º 4 “Coronel Jorge Eduardo Sánchez” (BAJES)
▪️ Grupo de Caballería Mecanizado n.º 4 “Juan del Corral” (GMJCO)
▪️ Agrupación de Fuerzas Especiales Urbanas n.º 5 (AFEUR)
▪️ Batallón de Infantería n.º 32 “General Pedro Justo Berrío” (BIPEB)
▪️ Batallón de Infantería n.º 10 “Coronel Atanasio Girardot” (BIGIR)
▪️ Batallón de Ingenieros de Combate n.º 4 “General Pedro Nel Ospina” (BIOSP)
De acuerdo con la JEP, en el Oriente antioqueño se instauró la política de facto del “conteo de cuerpos”, bajo la comandancia en la IV Brigada del general (r) Mario Montoya Uribe entre 2002 y 2003, conforme a la cual las muertes en combate se convirtieron en el principal indicador de éxito militar.
Igualmente, aseguraron que el Batallón de Artillería n.º 4 'Coronel Jorge Eduardo Sánchez Rodríguez' (Bajes) protagonizó estos hechos, impulsado por la presión por resultados, la estigmatización sobre los habitantes de zonas rurales y la disputa con los grupos insurgentes por el control territorial.
Sobre las víctimas, 228 de las 589 fueron desaparecidas forzadamente y 41 torturadas, en hechos atribuidos a seis batallones adscritos a la Brigada IV.