El alcalde del municipio de Buenos Aires (Cauca), afectado por la arremetida de las disidencias de las Farc que destruyeron parte de la infraestructura pública, viajó a Bogotá y sostuvo una reunión con el ministro del Interior, Armando Benedetti.
Durante el encuentro, el mandatario local expuso la compleja situación de orden público y la crisis social que atraviesa el municipio a raíz de la violencia. Según relató, tanto el edificio donde funciona la Alcaldía Municipal como la Estación de Policía quedaron completamente inservibles tras el ataque.
“Eso tenemos que llegar a resolverlo. Yo no tengo certeza de dónde vamos a operar para prestar los servicios que habitualmente prestamos”, aseguró el alcalde.
El mandatario explicó esta situación al ministro Benedetti, quien se comprometió a gestionar la apropiación de 20 mil millones de pesos para reconstruir, en un plazo de dos años la infraestructura pública.
“El ministro del Interior se ha comprometido con la financiación de ambos proyectos. Tenemos unas responsabilidades compartidas. El proyecto del Centro Administrativo Municipal (CAM) está bastante más avanzado y confiamos en que, con la Policía Nacional, se pueda desarrollar el proyecto para reconstruir la estación”, afirmó.
Balance de orden público
El alcalde describió los hechos ocurridos en las últimas horas como una acción criminal, aunque aseguró que actualmente la fuerza pública mantiene el control del territorio.
“Esa fue una situación del día de ayer, gravísima además, ustedes la pudieron registrar. Hoy el municipio cuenta con la presencia de por lo menos tres batallones y varios cuerpos especializados de la Policía. El reporte que tengo a este momento es que no hay ningún tipo de combate ni enfrentamientos. Lo que se está haciendo es la detonación controlada de algunos artefactos explosivos que quedaron sin detonar, especialmente en la cabecera municipal y en la vía de acceso”, explicó.
“A mí no me eligieron para guardar silencio”
El mandatario fue enfático en que seguirá denunciando lo ocurrido, pese a los riesgos que implica hacerlo en un territorio con fuerte presencia de las disidencias de las Farc.
“Yo no he recibido amenazas directas en mi contra. No descarto que eso pueda ocurrir después de las acciones que hemos desarrollado, pero con fe en Dios y con firmeza digo que a mí no me eligieron para guardar silencio, ni para permanecer impávido ante la situación que sufrimos. Fue un atentado cobarde que nos dejó en un estado de tristeza, pero que hoy queremos convertir en fuerza para reponernos y superar este momento tan lamentable”, concluyó.