Ministro de Defensa pide perdón en Valledupar por ejecuciones extrajudiciales de 23 víctimas en Cesar y La Guajira

Autoridades reconocieron responsabilidad por falsos positivos cometidos entre 2003 y 2008.
Familias indígenas y campesinas recibieron el perdón oficial por estos crímenes. Crédito: La FM

En Valledupar se llevó a cabo este sábado el acto público de perdón y reconocimiento de responsabilidad por la ejecución extrajudicial de 23 personas en Cesar y La Guajira, hechos que fueron presentados ilegítimamente como bajas en combate. El evento, ordenado por sentencias judiciales, reunió a las familias de las víctimas, comunidades indígenas, autoridades nacionales y organizaciones de derechos humanos.



Durante la ceremonia, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, afirmó que este día recuerda que la ética debe guiar siempre el actuar de la Fuerza Pública. “Estos hechos jamás debieron ocurrir. Pido perdón a las madres, padres, hijos, hijas y a las comunidades indígenas a las que pertenecían las 23 personas que hoy no están aquí”, dijo.

Añadió que los asesinatos fueron “acciones ilegales, reprochables y criminales cometidas por exintegrantes del Ejército”, quienes incluso simularon combates que nunca existieron.

Por su parte, el general Erik Rodríguez, comandante encargado del Ejército Nacional, reconoció que los hechos cometidos entre 2003 y 2008 fueron “reprochables y de barbarie”. Señaló que estas acciones causaron un profundo dolor y representaron una desviación del deber constitucional de proteger a los colombianos. “Pedimos perdón a las familias afectadas”, manifestó.

Oseas Tomás Arias Martínez, uno de las victimas aseguró que, por años, las familias no pudieron reclamar ni llorar a sus seres queridos, y que este reconocimiento “representa dignificación, alivio y un avance hacia la reconciliación”.

Denis Martínez, hermana de Noemí Pacheco Zabata, niña indígena Wiwa de 13 años asesinada y presentada falsamente como guerrillera, recordó con dolor: “mi hermana era una niña inocente. La mataron estando embarazada. Este vacío no lo vamos a superar nunca”.

Este acto cumple las sentencias de los tribunales de Cesar, La Guajira y Cundinamarca, que documentaron cómo integrantes de los batallones La Popa y Rondón ejecutaron a jóvenes e indígenas entre 2004 y 2006, manipulando cuerpos y fabricando resultados operacionales.

Las decisiones judiciales calificaron estos crímenes como graves violaciones a los Derechos Humanos y, en varios casos, como crímenes de lesa humanidad.



Las víctimas reconocidas en este acto fueron: Noemí Pacheco Zabata; Deivis de Jesús Pacheco Hernández; Carlos Alberto Vega Camacho; Javier Pushaina Pushaina; Luis Ángel Fince Ipuana; Gasparito Cambar Ramírez; Néstor Oñate Arias; Víctor Hugo Maestre; Martín Villazón Ochoa; y Hermes Carrillo, entre otras personas.