En medio del homenaje se realizó una calle de honor en la plaza central del Centro Religioso. Allí, la orquesta sinfónica de la Policía tocó una sentida melodía, mientras salía el féretro de la iglesia. Cuando el carro fúnebre salió del del homenaje, tanquetas del Esmad empezaron a rociar agua como tributo al unfirmado.
En el homenaje estuvieron presentes los altos mando de la Policía, su director general Jorge Nieto y del Distrito, entre ellos el alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa y el secretario de Seguridad, Daniel Mejía.
Las exequias se realizaron en el cementerio de Usme, en donde su familia le dio el último adiós.
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