El presidente Gustavo Petro volvió a defender a los exministros de Hacienda, Ricardo Bonilla, y del Interior, Luis Fernando Velasco, quienes fueron enviados a la cárcel por su presunta implicación en los escándalos de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y del Invías.
En principio, el mandatario se refirió a la situación de Bonilla, quien tiene 76 años y problemas de salud que, según el jefe de Estado, podrían agravarse en prisión.
“Es un asesinato meter a Bonilla en una intramural cuando su condición de salud es extremadamente grave”, señaló el presidente.
Petro volvió a negar las acusaciones en contra de los exfuncionarios y afirmó que ninguno de los dos se apropió indebidamente de recursos públicos.
“Los dos exministros no están presos por haberse robado un solo peso, sino porque los acusan de llevar proyectos de los congresistas al Ejecutivo. Ninguno de esos proyectos se cumplió porque yo corté de tajo su financiación”, afirmó el mandatario.
El jefe de Estado insistió en que no hubo ejecución de iniciativas ni afectación al erario, y reiteró que decisiones adoptadas desde la Presidencia impidieron que esos proyectos avanzaran.
“En el caso de Bonilla, ninguno de los proyectos que señalan se cumplió porque yo corté de tajo la financiación de esos proyectos al retirar a Olmedo de la UNGRD. Nunca esos proyectos fueron defendidos por Bonilla, sino llevados por la asesora uribista que desde el gobierno de Duque siempre hacía eso”, dijo.
El mandatario ya se había referido previamente a esa decisión judicial, de la cual aseguró ser respetuoso, aunque manifestó no compartirla al considerar que tendría un trasfondo electoral.
“El encarcelamiento ilegal de mis dos exministros de Estado solo tiene como objetivo una foto electoral llevándolos presos y una venganza quitándoles sus días de Navidad con la familia, sin necesidad”, concluyó el presidente.