El Centro Democrático está en una de sus mayores tensiones internas de los últimos años, justo en pleno proceso para definir el camino a las elecciones presidenciales de 2026. La renuncia de la encuestadora, los cambios de cronograma y las diferencias entre precandidatos han dejado un ambiente de incertidumbre que se ve reflejado en las discusiones internas y en la ausencia de un mecanismo definido para escoger al candidato presidencial del partido.
Cambios de reglas y un mecanismo todavía indefinido
Las cosas al interior del Centro Democrático están lejos de calmarse. Los cambios de fechas y de procedimiento tienen incómodos a más de uno… ¿Qué está pasando?
Prácticamente ya es 1 de diciembre y aún no se sabe quiénes serán los encuestadores digitales, los de hogares ni cómo se realizará la votación al interior del partido. No se conoce nada, y aunque todos aceptaron los nuevos mecanismos, ahora existen dudas sobre qué tan transparente será el proceso. Así lo muestra la cronología de lo que ha ocurrido.
El partido decidió descartar la encuesta interna que inicialmente definiría a su candidato antes del 28 de noviembre. La decisión se tomó después de que la firma que había sido considerada comunicara que no asumiría el proceso, argumentando riesgos reputacionales ante las críticas internas sobre imparcialidad y auditoría.
Con ese giro, el partido anunció que escogerá a su candidato por cualquiera de los mecanismos previstos en sus estatutos, entre ellos una convención, consulta interna o designación por órganos directivos. Además, se determinó que los nombres de los candidatos oficiales deberán quedar listos antes del 15 de diciembre, y que el mecanismo final deberá definirse antes del cierre de inscripciones del 6 de febrero de 2026.
Inconformidad, tensiones y movimientos dentro del partido
Todo esto ha llevado a que muchos estén inconformes. Eso sí, la decisión general es esperar a que se presenten los nombres de las nuevas encuestadoras y los nuevos tiempos. Por ahora, todos siguen firmes, pero dependiendo de ello, alguno podría, como se dice, bajarse del bus…
La incertidumbre ha tenido efectos de manera inmediata en uno de los precandidatos, como Andrés Guerra Hoyos, que renunció a su aspiración presidencial y anunció que buscará un escaño en el Senado. Esta salida dejó ver el malestar ante el cambio abrupto de reglas. Otros sectores dentro del partido han pedido que, si se llega a realizar una consulta interna o un ejercicio similar, este garantice auditoría independiente, participación en zonas rurales y pluralidad de encuestadoras, puntos que fueron motivo de desacuerdo en semanas anteriores.
Mientras tanto, la dirigencia del partido insiste en que la reorganización busca “unificar criterios” y preparar una decisión que cuente con legitimidad interna. Sin embargo, el retraso en el anuncio de las fechas definitivas y de las empresas encargadas sigue alimentando la tensión entre las bases y las distintas corrientes internas.