El Consejo Nacional Electoral (CNE) informó que varios partidos políticos, movimientos con personería jurídica y grupos significativos de ciudadanos definieron su posición frente a las consultas populares, internas o interpartidistas programadas para el próximo 8 de marzo de 2026. La decisión fue comunicada oficialmente hasta el 22 de diciembre de 2025, en cumplimiento de lo establecido por la Resolución 1542 de 2025.
De acuerdo con la misiva, bancadas como el Partido Liberal, el Partido Conservador, Cambio Radical y el Partido Comunes notificaron su retractación de participar en esa jornada, al igual que varios grupos significativos de ciudadanos. Estas posiciones modifican el panorama político previo a la jornada de consultas, que busca definir candidaturas y decisiones internas de cara a los comicios del próximo año.
Por otro lado, el CNE confirmó que movimientos como el Pacto Histórico, el Centro Democrático, el Partido de la U, el Nuevo Liberalismo y diversas colectividades regionales ratificaron su participación. Estas organizaciones continuarán utilizando las consultas como herramienta para la selección de aspirantes y la consolidación de alianzas políticas.
Las consultas interpartidistas, en particular, representan un escenario clave para la conformación de coaliciones entre partidos afines ideológicamente. Este mecanismo permite que varias colectividades presenten de manera conjunta precandidatos y que la ciudadanía participe directamente en la definición de una candidatura única.
Además, este tipo de mecanismo electoral se ha convertido en una estrategia relevante para fortalecer la legitimidad de los aspirantes, al permitir que los votantes influyan en las decisiones antes de la contienda electoral oficial. Para algunos sectores políticos, las consultas interpartidistas ayudan a reducir la fragmentación del voto.
Sin embargo, su implementación también implica retos logísticos y financieros, razón por la cual algunos partidos optaron por no participar. Analistas señalan que estas consultas requieren altos niveles de coordinación entre colectividades, así como claridad programática para evitar conflictos posteriores.
A pesar de estas dificultades, el CNE reiteró que garantizará la transparencia y el cumplimiento del marco legal durante el desarrollo de las consultas, ejerciendo funciones de inspección y vigilancia para asegurar la confianza ciudadana en el proceso democrático.
En cuanto a las reacciones, distintos sectores políticos interpretaron las retractaciones como una señal de reacomodo estratégico frente al calendario electoral de 2026. Algunos líderes consideran que la decisión de no participar responde a cálculos internos sobre costos, posibilidades electorales y cohesión partidista.
Por su parte, organizaciones que sí participarán manifestaron que las consultas fortalecen la democracia interna y promueven una mayor participación ciudadana. Desde la sociedad civil, también se ha insistido en la importancia de estos mecanismos como espacios de deliberación y decisión colectiva, fundamentales para el fortalecimiento del sistema político colombiano.
Las consultas populares, internas o interpartidistas se realizan con el objetivo de fortalecer la democracia participativa dentro de los partidos y movimientos políticos. A través de este mecanismo, los ciudadanos pueden intervenir directamente en la escogencia de candidatos o en la toma de decisiones internas, lo que busca otorgar mayor legitimidad a quienes resultan elegidos y reducir la imposición de candidaturas definidas únicamente por las dirigencias.
Asimismo, permiten medir el respaldo real de los aspirantes antes de las elecciones oficiales y contribuyen a ordenar el escenario político, especialmente cuando existen múltiples precandidatos. En el caso de las consultas interpartidistas, también facilitan la construcción de coaliciones, promueven acuerdos programáticos y ayudan a presentar opciones unificadas ante el electorado, fortaleciendo así la transparencia y la confianza en el sistema democrático.