Llegan: Roy Barreras desde Londres, Alfonso Prada desde París, Luis Gilberto Murillo desde Ginebra y Guillermo Rivera desde Brasil. Por supuesto, vienen a realizar otras actividades, pero también vienen a reunirse con Laura Sarabia, quien es el último contacto que les queda con el palacio y con el presidente, ya que en estos momentos el presidente está rodeado de personas de la izquierda y tiene alejados a todos aquellos que lo ayudaron a llegar al poder. Esa es la verdad.
En todo caso, hay críticas porque los viajes de los embajadores deben ser en misión oficial, y si son privados, deben pagarlos con sus propios recursos.