El presidente de la Cámara de Representantes, Julián López, del Partido de la U, anunció este martes su regreso a las discusiones en el Congreso, tras un supuesto levantamiento de la medida cautelar que la colectividad le había impuesto.
Pero La U no está de acuerdo. El congresista aseveró que conserva su voz y su voto en la Cámara de Representantes, y el partido sostuvo que no. El cruce de declaraciones marca un nuevo capítulo en la enemistad entre ambos.
López volvió a la mesa directiva de la Cámara para dejar una constancia en la que reafirmó que podía deliberar con tranquilidad, porque impugnó la medida provisional de La U en su contra ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Ya el vallecaucano había considerado a la impugnación como una de sus alternativas legales, luego de una reposición en la que le pedía al comité de ética reevaluar su postura. Ahora el tribunal electoral tendrá la última palabra.
"La decisión del Partido de la U permanece suspendida y no tiene efectos jurídicos en mi contra", indicó López, quien expresó que conserva "plenamente" sus derechos políticos, con los que seguirá ejerciendo sus funciones "con voz y voto".
El partido reaccionó con un breve comunicado que firmó su secretario general, Jorge Luis Jaraba. El comité de ética, que adelanta una investigación interna contra Julián López, certificó que la suspensión del congresista "está vigente".
"Asimismo, ante la eventualidad de una impugnación ante el Consejo Nacional Electoral, esto por sí mismo no suspende la medida", sino que sigue firme "hasta que dentro del mismo proceso se levante", algo que no ha ocurrido.
Julián López volvió el 4 de noviembre a presidir la plenaria de la Cámara, aunque la semana anterior, cuando se amarró y amordazó en su curul para protestar, había aseverado que no lo haría mientras trabajaba en su defensa.
El Partido le impuso una suspensión provisional de tres meses porque conformó en Valle del Cauca 'La Nueva U', una corriente interna de la colectividad en oposición a la gobernadora Dilian Francisca Toro.
Los codirectores del partido, Alexander Vega y Clara Luz Roldán, aliados de Toro, le pidieron al comité de ética iniciar un proceso disciplinario. El expediente sigue andando, y el 5 de noviembre llegó formalmente al CNE.