El presidente Gustavo Petro cuestionó al Congreso de la República tras el hundimiento de la ley de financiamiento y aseguró que la decisión no obedece a razones técnicas, sino a motivaciones políticas.
Según el mandatario, el proyecto buscaba cerrar un déficit que requiere nuevas fuentes de ingresos.
“El hundimiento de la ley financiera, como era predecible, no es más que el desarrollo del odio político por encima del interés nacional”, señaló.
Petro argumentó que la economía se encuentra en un momento favorable y que ciertos grupos empresariales han incrementado sus ganancias de manera significativa debido al comportamiento de la deuda pública.
“Nadie cuerdo puede decir que ante un déficit no se debe obtener más recursos de una economía que está boyante y de unos megarricos que han duplicado sus utilidades gracias al encarecimiento de la deuda pública: un verdadero mecanismo, construido por el Banco de la República, para transferir decenas de billones de pesos de la sociedad a los megarricos”, afirmó.
El presidente señaló que la propuesta exigía únicamente que una fracción de esas utilidades retornara a la Nación.
“Solo se necesitaba que una parte de esas utilidades se devolvieran a la nación, no más. Pero el egoísmo social es tan grande que no quieren perder un peso de su riqueza”, expresó.
También criticó directamente a congresistas que, según él, favorecieron esos intereses: “Ya gente como Faustino o el supuesto indígena nariñense sabrán que lo que hoy hicieron para salvar megarricos de sus aportes nacionales se devolverá contra los pueblos negros e indígenas”.
Petro fue enfático que su gobierno no permitirá que el costo del ajuste fiscal recaiga sobre las comunidades más vulnerables y advirtió que las consecuencias económicas empezarán a verse de inmediato.
“Si la crisis no la pagan los ricos, la pagarán los pobres. Mientras nosotros seamos gobierno no dejaremos que la paguen los pobres, punto. Las consecuencias imprevisibles comienzan a verse desde el día de hoy”, concluyó.
Benedetti también alertó efectos económicos
El ministro del Interior, Armando Benedetti, respaldó la postura del presidente y advirtió que el hundimiento de la ley de financiamiento podría encarecer el costo del endeudamiento del país.
“Ley de Financiamiento hundida es igual a bonos y riesgo alto y falta de capacidad para pagar la deuda externa, igual a crisis, más crisis, más crisis económica”, señaló.
Benedetti agregó que un aumento en los intereses de la deuda podría impactar directamente los programas sociales del Ejecutivo. “Entonces la política social del Gobierno se verá afectada por los intereses tan altos de la deuda. Y todo porque un sector del Congreso vota con las vísceras”, afirmó.