El aire acondicionado se ha convertido en un compañero habitual en miles de hogares, especialmente en temporadas de calor extremo, cuando la sensación térmica obliga a buscar alivio. Sin embargo, su presencia también representa un alto consumo eléctrico, un factor que preocupa a muchas familias debido al aumento constante en las tarifas de energía y el impacto en el bolsillo. Aunque este electrodoméstico mejora la calidad de vida, su uso desmedido puede elevar significativamente los gastos mensuales del hogar.
En medio de estas preocupaciones, expertos en consumo responsable y climatización destacan que el aire acondicionado no es necesariamente sinónimo de derroche. En realidad, el mayor problema suele estar en la forma en la que se utiliza. Muchas personas desconocen que el consumo energético depende de detalles como la temperatura seleccionada, la ventilación del espacio, el mantenimiento del equipo o el modo de funcionamiento, lo que puede transformar el ahorro de energía en una meta alcanzable para cualquier vivienda.
El modo ECO del aire acondicionado es clave para el ahorro de dinero
A partir de este punto, especialistas coinciden en que el modo que más contribuye al ahorro de dinero en el hogar es el modo ECO del aire acondicionado, también identificado como 'Energy Saving'. Este ajuste reduce el consumo eléctrico al limitar la potencia del compresor y mantener una temperatura estable y eficiente. En lugar de trabajar sin descanso para enfriar al máximo, el aire acondicionado opera de forma más pausada, garantizando confort sin excesos de energía.
El modo ECO también favorece la vida útil del aparato, ya que evita sobrecargas y disminuye el desgaste interno. Además, el usuario no suele notar una gran diferencia en la sensación térmica del hogar, pero sí en la factura de energía. Según expertos, programar el aire acondicionado entre 24 y 26 grados ayuda a equilibrar el bienestar térmico y el ahorro energético mensual.
Recomendaciones para aprovechar mejor el aire acondicionado en el hogar
Más allá del modo ECO, existen hábitos que fortalecen el ahorro de energía en el hogar, como cerrar puertas y ventanas, evitar que el sol entre directamente, realizar mantenimiento periódico y limpiar los filtros del aire acondicionado cada tres semanas. Una unidad sucia obliga al sistema a trabajar más, incrementando el consumo eléctrico y disminuyendo su rendimiento.
También es recomendable no enfriar la casa de golpe, evitar temperaturas extremas, no cubrir el equipo con muebles o cortinas y asegurarse de que el aire acondicionado tenga ventilación adecuada. Estos cuidados pueden prevenir accidentes eléctricos, daños internos y riesgos para la salud respiratoria de la familia.
Lo que se debe evitar para lograr mayor ahorro y seguridad
Los técnicos advierten que mantener el aire acondicionado encendido sin supervisión, abusar del modo turbo o programar temperaturas demasiado bajas puede aumentar el consumo energético y generar gastos innecesarios. Apagar y encender repetidamente también afecta el ahorro de dinero, ya que obliga al sistema a utilizar más energía en cada reinicio.