Este es el oscuro origen de la alborada en Medellín

Desde 2003 se hizo popular esta práctica, pero en la década de los ochenta se registró un suceso similar.
La cultura paisa ha tomado como propia una acción nacida por el paramilitarismo. Crédito: Freepik

La llegada de diciembre en Colombia es tomada por la cultura como el inicio de la navidad. Si bien las familias toman la decisión de decorar desde mediados de noviembre de cada año, en Medellín se oficializa, por parte de los habitantes de la ciudad capital de Antioquia, con una acción colectiva a la que se le ha denominado como "Alborada".

Cada año, en redes sociales se hace viral el tema y son cientos los videos que demuestran como miles de habitantes activan todo tipo de pólvora y la hacen estallar en la noche previa al primero de diciembre de cada año. Los colores y los sonidos varían en cada cuadra y el cielo nocturno paisa se ilumina a trazos.

Pero también se registran personas lastimadas con objetos explosivos, sin detallar en las afectaciones a los animales tanto salvajes como domésticos. En 2024, incluso, extranjeros se asombraron para mal, al creer que Medellín estaba bajo un ataque militar. Así lo documentaron diferentes medios de comunicación.

Las acciones generan mucho ruido, ni la lluvia detiene esta costumbre.Crédito: Freepik

El origen de la Alborada

Pero lo cierto es que esta actividad que la cultura paisa ha tomado tiene un origen que se remonta a la propia violencia que rodea la historia del país. Era 2003 cuando en la capital paisa, grupos paramilitares tenían el control territorial en las comunas que tanta fama tienen. De acuerdo con Pares, "el bloque Cacique Nutibara tenía más poder de decisión que la misma alcaldía o la gobernación".

El 30 de noviembre de aquel año, este grupo armado "celebró" su integración a un proceso de paz con el gobierno nacional, entonces el presidente era Álvaro Uribe Vélez. Alias Don Berna dio la orden de que los cielos de Antioquia se iluminaran en la noche con fuegos artificiales. Pero, de acuerdo con la publicación de Pares, aquel día también "se escucharon varias detonaciones que no tenían que ver con pólvora sino con activación de armas, granadas, y otros explosivos".

John Wilson Osorio, jefe del departamento de Humanidades de la Universidad CES, concedió una entrevista para la página web 'Vivir en el poblado', en la que definió que "La alborada surgió en un contexto tenebroso, delincuencial, y que tiene que ver con el narcoterrorismo e inclusive el paramilitarismo en Colombia".

Osorio indica que en aquella primera Alborada, realizada en 2003, Diego Fernando Bejarano Murillo, alias Don Berna, dejó en claro un mensaje: "Yo soy el dueño de Medellín, yo mando en el territorio. Nos desmovilizamos, pero seguimos mandando en Medellín".

La quema de pólvora afecta animales. Crédito: Freepik

El poder de paramilitarismo en Medellín

De acuerdo con Pares, alias Don Berna se hizo paramilitar, luego de años de trabajo para Pablo Escobar. Bajo las órdenes de Carlos Castaño fue ascendiendo hasta liderar los grupos más peligrosos de la capital antioqueña.

Con el cambió de siglo, su grupo se independizó y los enfrentamientos entre La Terraza y Don Berna los padeció la ciudadanía. Para 2002, logró lo que tanto anhelaba: controlar Medellín. Pero también llegó a controlar hasta 37 municipios antioqueños.

Luego de firmar los acuerdos de Santa Fe de Ralito, se desmovilizó. En 2005 fue acusado por el asesinato del diputado Orlando Benítez. De acuerdo con Verdad Abierta, el criminal huyo, con el fin de no ser capturado. No logró su cometido y fue dirigido a la cárcel de máxima seguridad de Cómbita.

En mayo de 2008 sería extraditado a Estados Unidos, donde fue juzgado por narcotráfico. De acuerdo con el Sistema de Información de Justicia y Paz, se le atribuyen 11.377 víctimas en sus años de delincuencia.