Estas son las pistas para identificar si una persona tiene una adicción al tusi: en Bogotá se ha duplicado el consumo

El consumo de tusi creció un 50 % entre 2023 y 2024 en Bogotá, destaca estudio de la Universidad Nacional.
Adicción al tusi en Bogotá a aumentado, según estudio de Universidad Nacional. Crédito: Freepik

El doctor Luis Concha, médico toxicólogo y psiquiatra de la Universidad Nacional de Colombia, informó que el consumo del estupefaciente conocido como tusi aumentó cerca de un 50 % entre 2023 y 2024 en Bogotá, con más de 11.300 casos registrados.

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¿Qué es el tusi y cómo se consume?

“El tusi es una combinación de varias sustancias”, explicó Concha, y añadió que la droga se comercializa actualmente como una versión artesanal que mezcla “principalmente ketamina, anfetaminas, otras sustancias, medicamentos cortantes y le ponen colorante rosado de alimentos”. Según el especialista, en su presentación se insinúa como lo que se conoce como “la cocaína rosada” que muchas personas “insuflan”.

El estudio del doctor Concha reveló que los lugares más frecuentes de consumo son discotecas (66 %), domicilios (33 %) y entornos educativos (26 %), lo cual indica que “dentro de la institución y todo lo que hay alrededor de la institución” se está usando la sustancia.

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¿Cuáles son los efectos y riesgos del tusi?

El doctor Concha detalló que los efectos inmediatos “dependen de la proporción de cada sustancia”, pero señaló que la mayoría de las muestras contienen ketamina o estimulantes tipo anfetamina, lo que puede producir “episodios de disociación como sensación de desconectarse del cuerpo, visión borrosa, euforia, aumento de la energía, taquicardia, hipertensión, sudoración”. Agregó que con dosis mayores ya “veo unos síntomas de psicosis, lo que se llama comúnmente de paranoia, alucinaciones”.

Respecto al consumo a largo plazo, el médico explicó que las adicciones se presentan cuando “la gente deja de buscar la sustancia porque le da gusto y empieza a tomarla porque de alguna forma la necesita”. Entre las consecuencias señaló “problemas de depresión”, “hipertensiones arteriales, alteraciones en la memoria, en la atención también en las funciones mentales superiores” y describió un deterioro personal que incluye que “las personas se adelgazan, dejan de asistir a sus obligaciones”.

El estudio también recogió los motivos de consumo: “aburrimiento” en el 53 % de los consumidores, “mejorar el estado de ánimo” en el 36 % y “socialización” en el 40 %. Concha puntualizó que el tusi “es una droga más de gente joven” y “de fiestas” que se observa con “consumos más tempranos” y “acceso más fácil” porque “una persona con un microondas y con un mortero puede hacer en la sala de la casa sin ningún problema”.

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En cuanto a la detección del consumo en el entorno familiar o educativo, Concha apuntó que “las personas se vuelven muy hábiles en ocultar”, por lo que los indicadores no son específicos, pero alerta que se pueden observar “irritabilidad, dejar de atender a sus obligaciones, tener fallas en el colegio” como señales de que “hay que averiguar”.

El incremento del consumo del tusi en Bogotá, con más de 11.300 casos reportados y un aumento del 50 % entre 2023 y 2024, recoge un panorama presentado por el doctor Concha, quien dirigió el estudio. “Dentro de los entornos educativos de nuestra ciudad de Bogotá … se está consumiendo, se está vendiendo el tusi”, señaló el experto. La investigación ubica zonas como Kennedy, Bosa, Engativá, Puente Aranda y Suba entre las áreas con mayor concentración del fenómeno.