¿La 'barriga cervecera' es solo estética o una señal temprana de enfermedad? Experto responde

El endocrinólogo Francisco Rosero señaló que se trata de una grasa metabólicamente inflamatoria relacionada con infartos.
¿Qué relación existe entre el consumo de cerveza y el aumento de la grasa visceral? Crédito: Freepik

El médico endocrinólogo Francisco Rosero explicó en entrevista con La FM que la llamada “barriga cervecera” corresponde a una acumulación de grasa visceral, un tipo de grasa interna asociada con alteraciones metabólicas y un mayor riesgo de enfermedades crónicas, entre ellas diabetes, hipertensión y eventos cardiovasculares.

Según el especialista, esta grasa no es superficial ni estética, sino que se deposita alrededor de los órganos internos y cumple un papel activo en procesos inflamatorios. Durante la conversación, señaló que se trata de una grasa metabólicamente inflamatoria y que está directamente relacionada con infartos y otros problemas cardiovasculares.

¿Qué riesgos tiene la grasa abdominal para la salud?

Rosero explicó que la presencia de grasa abdominal indica que el organismo está sometido a un estímulo constante de insulina, una hormona que favorece el almacenamiento de grasa.

De acuerdo con el endocrinólogo, el consumo frecuente de alcohol y carbohidratos refinados eleva esta hormona y contribuye al aumento de tejido graso interno.

"El alcohol, incluida la cerveza, tiene un alto contenido de carbohidratos que impacta directamente el metabolismo. Una sola cerveza equivale aproximadamente a una porción de arroz y su consumo repetido genera picos elevados de insulina", afirmó.

Recomendaciones para seguir de cerca la grasa abdominal

El especialista explicó que, cuando el hígado metaboliza alcohol, suspende otros procesos. Señaló que el hígado se concentra en procesar el alcohol y deja de oxidar grasas, lo que favorece la acumulación progresiva de grasa visceral cuando el consumo es recurrente.

"Una de las consecuencias de este proceso es el crecimiento del corazón. La insulina actúa como una hormona anabolizante que hace que el corazón aumente de tamaño, situación que se relaciona con diferentes patologías cardíacas", dijo.

Para identificar riesgos, el endocrinólogo recomendó medir el perímetro abdominal a la altura del ombligo. Precisó que en la población colombiana los valores de referencia son superiores a 90 centímetros en hombres y 80 centímetros en mujeres.

¿Por qué incluso personas delgadas pueden estar en riesgo?

Durante la entrevista, Rosero explicó que no toda la grasa corporal tiene el mismo impacto metabólico. La grasa localizada en extremidades, como piernas o caderas, es considerada periférica y puede movilizarse con mayor facilidad por el organismo.

En contraste, la grasa visceral es más difícil de eliminar y puede estar presente incluso en personas con apariencia delgada. "Existen personas aparentemente delgadas con exceso de grasa visceral, especialmente cuando hay consumo frecuente de alcohol o carbohidratos refinados", afirmó.

El especialista señaló que esta condición ayuda a explicar por qué algunas personas sin sobrepeso visible presentan eventos cardiovasculares, ya que el riesgo no siempre es evidente a simple vista.

Rosero también se refirió a la dificultad para reducir la grasa abdominal después de los 30 años. Indicó que el organismo pierde capacidad de adaptación y que el ejercicio, por sí solo, no resulta suficiente si no se reducen los estímulos de insulina.

"Dedicar muchas horas al gimnasio no tendrá efecto si se mantiene el consumo de cerveza o productos ultraprocesados", sostuvo, y reiteró que la clave está en disminuir los carbohidratos refinados y el alcohol. Concluyó que la grasa abdominal es una señal metabólica que no debe subestimarse, pues funciona como un marcador temprano de alto riesgo para la salud.

*Este contenido fue escrito y producido por una inteligencia artificial bajo supervisión y curaduría de un periodista de La FM