No es muy común encontrar botellas de plástico con agua colgando en jardines, balcones, patios o terrazas en Colombia. Sí se ve, en cambio, encontrar en restaurantes recipientes o bolsas con este líquido tan valioso para el ser humano.
Y aunque parezca extraño, en muchos hogares se ha comenzado a convertir en tendencia conservar algunas botellas llenas de agua en algunos espacios de los mismos que van más allá de decoración improvisada como podría apreciarse de primera vista.
En comercios o locales populares se tiene la creencia que tener recipientes o bolsas con agua ayuda a mantener alejado insectos que pudieran ingresar al establecimiento. Y el uso de botellas de plástico no cumple una función muy distinta.
¿Por qué se utiliza agua en botellas de agua en algunos hogares?
Las botellas de plástico con agua en su interior se utilizan con el fin de ahuyentar a las palomas y otros tipos de aves urbanas que acompañan al ser humano en las ciudades. Y es que está instalada la creencia popular de que, gracias a la luz, al entrar en contacto con el líquido se genera un destello que puede generar molestias en los ovíparos y, por lo tanto, les impedirá acercarse a la zona de la que se genera este destello.
Pero hay quienes van más allá y, afirman, que el movimiento de las botellas generado, o bien por el viento, o bien por el impulso que una persona le pueda dar, espantará a las aves.
Quienes usan este método para no tener vecinos invasores en sus balcones, patios o terrazas, afirman que es una práctica que no "daña a los animales" y que ayuda a que estos animales no ensucien o se posen sobre ropa tendida, así como mantener protegidas a las plantas que puedan tener en estos espacios.
¿Las luces espantan a las aves?
De acuerdo con la ciencia, los destellos de luz sí cambian el comportamiento de las aves. Sin embargo, los estudios se han basado en cómo la contaminación lumínica varían sus viajes migratorios, puesto que piensan que han habido cambios en el terreno que, generación tras generación, han sobrevolado para llegar a espacios de reproducción o alimentación masiva.
De acuerdo con Sinc, una agencia de ciencia web, la luz desorienta y atrae a las aves, lo que no solo "les provoca lesiones", sino muertes, por colisiones contra edificios. Lo anterior ha derivado en que estas eviten lugares iluminados en su época de largos viajes.
Por lo anterior, la iluminación lumínica ha presentado un gran reto para estos animales, que se han visto obligados a cambiar costumbres y comportamientos a causa de la invasión humana en el territorio natural.