Débora Arango, una artista que incomodó a los hombres de su época y que será expuesta en Bogotá y Medellín

En conmemoración de su fallecimiento, el Ministerio de Cultura habilitará espacios en Colombia para dar a conocer su obra a los colombianos.
Débora Arango no dudó en explayar las realidades políticas de Colombia. Crédito: Colprensa

"Al cumplirse veinte años del fallecimiento de la artista colombiana, se inaugurará en el Museo Santa Clara (Bogotá) una exposición que pondrá en diálogo obras de Arango con piezas de la colección del museo, como un gesto de memoria y reconocimiento a la artista que abrió camino en la representación crítica y audaz de la realidad colombiana", así presenta el Ministerio de Cultura de Colombia la conmemoración a Débora Arango, una vez se cumplan dos décadas desde su partida.

Una artista que cambió la historia del país al ser una de las mujeres que, con su arte, sorteó los retos de su época, como el machismo y las decisiones políticas que por entonces se tomaban. Así lo retrata 'Débora Arango', un libro de Villegas editores que analiza su obra (comprende bocetos, pinturas al óleo y cerámica): "Débora fue una pintora moderna. Su vida y obra se distanciaron del molde que la sociedad esperaba".

Esta obra es un símil de cómo la justicia y la mujer son vulnerables ante el hombre.Crédito: Colprensa

Expertos coinciden en que salió del "molde" mencionado anteriormente. Víctor Cabezas, autor de 'Débora Arango De perfil: su vida, su obra y su tiempo' indicó a La FM que la artista "fue revolucionaria en muchos sentidos", pero destaca que "la contemplación del cuerpo femenino en tiempos en los que eso estaba reservado para los hombres", fue algo que la hizo resaltar en su tiempo.

Una mujer adelantada a su época

Cabezas asegura que el simple hecho de que pintara era ya trascendental, pero el hecho de que retratara mujeres como sujetos la hizo aún más relevante: "El hecho de haberse atrevido a pintar desnudos, implicó, poner a la mujer como sujeto, en vez de objeto. Eso, sumado a que el mero hecho de pintar, ya era revolucionario".

En efecto su obra ya habla de ella como una persona osada, pero no solo se trataba de su obra. Es que ella fue un ser humano adelantado a su época. En el libro citado anteriormente, se detalla que Débora fue una "mujer decidida"; no solo fue una de las primeras mujeres en conducir un auto en Medellín, ciudad en la que nació el 11 de noviembre de 1907, sino que se encargó de la familia en la que creció luego de que su padre, Castor María Arango, enfermara. Así lo retrata este texto: "Ante la enfermedad del padre y la necesidad de administrar el hogar, tomó las riendas de la vida familiar. Se encargaba de los aspectos financieros, cuidaba del padre y de las hermanas...".

Conoció muy pronto sus aptitudes para el arte, y hermanos suyos (fue la octava hija de la familia Arango Pérez) le enseñaron anatomía, mientras una de sus hermanas le servía como modelo, según se puede leer en la página web del Banco de la República.

Débora fue discípula de Eladio Vélez y Pedro Nel Gómez, dos artistas de alta relevancia de la época y que la guiaron en la búsqueda de su propio estilo.

La historia del país también tuvo un apartado en sus lienzos.Crédito: Colprensa

La historiadora de arte latinoamericano del siglo XX, Julia Buenaventura, aseguró para este medio que Arango fue incómoda para su época porque la capital antioqueña "se dividió en los seguidores del maestro Eladio Vélez, de cuño tradicionalista; y los seguidores del maestro Pedro Nel Gómez, de cuño moderno, muy en la tendencia del muralismo. Los primeros eran más cercanos al Partido Conservador, los segundos al Liberal, específicamente liberales gaitanistas. Débora Arango era muy incómoda para los conservadores, pues su forma de pintar era muy irreverente, tanto por el tema (monjas escapando del convento), como por el color libre y expresionista".

Pero Buenaventura va más allá, indicando que la artista "sacudió a la sociedad desde el comienzo", resaltando la presencia de sus desnudos y, posteriormente, los temas políticos que acontecieron a su realidad (Arango vivió el asesinato de Gaitán, el nacimiento de las guerrillas colombianas y sus primeros cruces con el Estado, la tiranía de Gustavo Pinilla y el narcotráfico, entre otros hechos de la historia de Colombia).

Julia destaca la obra de la artista paisa de la siguiente manera: "que una mujer trabajara desnudo era un acto político en sí mismo, pues era un acto de sublevación específicamente en el cual el objeto contemplado, la mujer, se convertía en el sujeto que observa, y que pinta".

Víctor agrega que Débora "fue una de las primeras expresionistas sociales de América Latina", hablando de la realidad de los ciudadanos y no solo quedándose en lo superficial de su entorno: "Pasó de los objetos clásicos de contemplación del arte —como las maternidades felices, las familias ricas, los paisajes, la opulencia— a contemplar, más bien, la vida de barrio, los duros días que vivía el pueblo, incluidos los primeros días de la violencia política".

Julia Buenaventura asegura que la exposición que dará inició el 4 de diciembre de 2025 en museos de Bogotá y Medellín, "es de suma importancia para dar a conocer a la mejor pintora de Colombia de la primera mitad del siglo XX y que la gente se apropie de ella como identidad de país". También agrega que debe darse a conocer toda su obra. Víctor Cabezas indica que la pintora se destaca por ser "una feroz observadora de la política e hizo de su obra un método para el estudio de la historia colombiana".

La artista no dudó en retratar a la política de su época en sus lienzos.Crédito: Colprensa

Débora Arango en Bogotá

No será la primera vez que los bogotanos tendrán la presencia de la obra de Arango al alcance de la vista. Julia Buenaventura recordó la ocasión en que Gaitán invitó a la paisa a presentar sus óleos: "fue en el Teatro Colón, y justamente la organizó Jorge Eliécer Gaitán cuando era ministro de Educación. Los estudiantes del colegio San Bartolomé, a los que se les prohibió visitarla por causa de los desnudos femeninos, se saltaron el muro del colegio y se escaparon para verla". La muestra finalmente fue cerrada al público al día siguiente, por orden del entonces mandatario Laureano Gómez.

La artista viajó a varias partes del mundo, entre ellas Inglaterra, Estados Unidos y México; países en los que expandió su vista artística y robusteció su conocimiento y estilo.

Pasarían décadas para que su obra fuera reconocida por la sociedad colombiana. Arango presentó muchas de sus obras desde 1975 en exposiciones, donando muchas de ellas a museos de su natal Medellín, se lee en la página web del Banco de la República.

¿Qué encontrarán los bogotanos en la obra de Arango?

Su regreso a la capital significa, para Buenaventura la oportunidad para ver sus trazos coloridos, que logró "debido a la gran influencia del Muralismo Mexicano", lo que se ve reflejado en "colores vivos en las acuarelas, y bastante expresionista en los oleos". También resalta que Arango "no es una pintora académica", dado que "no tuvo una formación en anatomía ni perspectiva. Entonces no esperen academicismos en sus obras".

Destacó, como conclusión, que Débora hizo "uso de grandes formatos en los cuales la figura humana es el eje y protagonista fundamental de los cuadros".