La demencia no es una sola enfermedad, sino un conjunto de síntomas que afectan la memoria, el pensamiento y la conducta. Según la Mayo Clinic, los cambios en el cerebro que la provocan pueden desarrollarse de forma lenta y progresiva. Por eso, detectar los primeros signos puede marcar la diferencia en la atención médica y la calidad de vida.
Este trastorno interfiere en la vida cotidiana, altera la capacidad de razonar, comunicarse o tomar decisiones, y suele pasar desapercibido en sus primeras etapas.
Síntomas tempranos de la demencia según la Asociación de Alzheimer
La Asociación de Alzheimer destaca 10 señales de advertencia que pueden ayudar a reconocer la demencia en su fase inicial:
- Pérdida de memoria que interrumpe la vida diaria. Olvidar citas, nombres o tareas habituales.
- Dificultad para planificar o resolver problemas. Fallas al manejar el dinero o seguir una receta.
- Problemas para realizar actividades cotidianas. Como perderse en trayectos conocidos.
- Desorientación en tiempo y lugar. No saber qué día es o cómo llegó a un sitio.
- Cambios en la visión o percepción del espacio. Dificultad para leer o mantener el equilibrio.
- Problemas con el lenguaje. Usar palabras incorrectas o detener una conversación sin poder continuar.
- Colocar objetos fuera de lugar. Guardar cosas en sitios inusuales y no recordar dónde.
- Juicio afectado. Tomar decisiones poco comunes o descuidar la higiene personal.
- Pérdida de interés social. Evitar reuniones o actividades antes disfrutadas.
- Cambios en el estado de ánimo o la personalidad. Volverse más irritable, ansioso o desconfiado.
Los especialistas advierten que no todos los olvidos son señal de demencia, pero cuando los síntomas interfieren con la vida diaria, es clave acudir al médico.
Causas y factores de riesgo de la demencia
De acuerdo con la Mayo Clinic, la demencia aparece cuando las células nerviosas del cerebro resultan dañadas o pierden sus conexiones. La causa más frecuente es la enfermedad de Alzheimer, pero existen otros tipos como la demencia vascular, la frontotemporal o la por cuerpos de Lewy.
Entre los principales factores de riesgo se encuentran:
- Edad avanzada (más común después de los 65 años).
- Antecedentes familiares de demencia.
- Traumatismos craneales.
- Problemas cardiovasculares como hipertensión o colesterol alto.
- Consumo excesivo de alcohol y tabaquismo.
- Depresión no tratada y falta de sueño.
- Pérdida auditiva sin corrección.
Cómo prevenir la demencia y fortalecer la salud cerebral
Aunque no existe una forma definitiva de prevenir la demencia, los expertos recomiendan mantener hábitos saludables que protejan la salud del cerebro:
- Alimentación equilibrada, de preferencia tipo mediterránea.
- Ejercicio físico regular, al menos 30 minutos al día.
- Actividades mentales estimulantes, como leer, aprender idiomas o tocar un instrumento.
- Control del colesterol, la presión arterial y la glucosa.
- Evitar el tabaco y el exceso de alcohol.
- Dormir bien y mantener una vida social activa.
Estos hábitos, sumados a una detección temprana, pueden retrasar la progresión de los síntomas y mejorar la calidad de vida tanto del paciente como de su entorno.
Cuándo consultar al médico ante posibles signos de demencia
Si una persona o su familia nota olvidos frecuentes, desorientación o cambios de personalidad, lo más recomendable es acudir a un neurólogo o geriatra. Un diagnóstico temprano permite determinar si se trata de una demencia neurodegenerativa o de una condición reversible, como deficiencias nutricionales o efectos secundarios de medicamentos.
Actuar a tiempo puede marcar una diferencia profunda en el tratamiento y en la capacidad del paciente para mantener su autonomía.