La dermatitis atópica, también conocida como eccema, es una enfermedad crónica de la piel que causa inflamación, sequedad y picazón. Es común en los niños pequeños, pero puede manifestarse a cualquier edad.
“La intensidad de la picazón puede alterar drásticamente la calidad de vida del niño. Además, esta condición puede llevar a complicaciones neuropsiquiátricas, como depresión y ansiedad”, indicó la Dra. Rosalía Ballona Chambergo.
A menudo, esta enfermedad está vinculada a antecedentes familiares de alergias y condiciones cutáneas similares.
“La dermatitis atópica no es solo un problema cutáneo, es una condición que puede alterar el bienestar general de nuestros niños y afectar su desarrollo psicosocial. No podemos permitirnos subestimar su impacto”, señaló la Dra. Ballona.
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¿Cómo enfrentar la Dermatitis Atópica?
- Cuidado de la piel: un baño adecuado y una buena humectación son cruciales. “No solo se trata de lubricar la piel, sino de restaurarla para que funcione como una barrera eficiente”, señaló la experta.
- Control del picor y la inflamación: Después de asegurar el cuidado básico de la piel, es vital abordar los síntomas de picazón e inflamación.
- Educación a los padres: “Si los padres no colaboran, no hay forma de ayudar al niño. La enfermedad progresa y empeora”, subrayó la Dra. Ballona.
- Productos para el baño: se aconseja el uso de productos menos espumosos o sustitutos de jabón, ya que son más amigables con la piel.
- Higiene del hogar: elementos como el tipo de ropa, el material de la misma, y sustancias de limpieza pueden influir en la condición.
- Identificación de factores de riesgo: la predisposición genética y los factores ambientales son determinantes en el desarrollo de esta enfermedad.
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- Evitar remedios caseros riesgosos: “Algunos jóvenes han recurrido a fumar marihuana para aliviar la picazón, lo cual es peligroso y no recomendable”, advirtió la Dra. Ballona.
- Productos humectantes: se recomienda el uso de cremas que, además de humectar, ayuden a restaurar la barrera de la piel.