Colombia no siempre fue un país de cordilleras y selvas. Millones de años atrás, gran parte de su territorio estuvo sumergido bajo un extenso mar poblado por grandes reptiles marinos.
Esa historia prehistórica vuelve a cobrar protagonismo gracias a un reciente hallazgo en el departamento de Santander, donde científicos identificaron un fósil que aporta nuevas pistas sobre el pasado marino del país.
El descubrimiento corresponde a un mosasaurio excepcionalmente conservado, encontrado en el municipio de Lebrija y estudiado por el Museo Geológico Nacional José Royo y Gómez, del Servicio Geológico Colombiano.
Se trata de una nueva especie denominada Oneirosaurus caballeroi, que habitó la región hace aproximadamente 89 millones de años. El nombre, que significa “reptil de ensueño”, alude al notable estado de preservación del ejemplar.
El fósil fue localizado por la familia Caballero, que posteriormente lo donó al Servicio Geológico Colombiano (SGC) para su análisis científico.
A partir de este hallazgo, los investigadores desarrollaron un minucioso trabajo que incluyó excavaciones controladas, tomografías, reconstrucciones en tres dimensiones y comparaciones con colecciones paleontológicas de otros países, lo que permitió confirmar su singularidad.
De acuerdo con los expertos, este mosasaurio presenta características anatómicas nunca documentadas en su grupo, especialmente en la estructura del cráneo y la disposición de orificios asociados a importantes nervios.
Estas particularidades desafían las clasificaciones tradicionales y convierten al ejemplar en una pieza clave para comprender la evolución de los reptiles marinos durante el período Cretácico.
José Alejandro Narváez, paleontólogo del Museo Geológico Nacional del Servicio Geológico Colombiano, señaló: “Desde el SGC les presentamos el análisis integral de los fósiles, basado en excavaciones, tomografías computarizadas y comparaciones con colecciones internacionales, lo que posiciona a Colombia como un referente en la investigación paleontológica de Suramérica. Además de su valor científico, los descubrimientos fortalecen el patrimonio paleontológico del país y tienen un alto potencial educativo, cultural y de turismo científico para Colombia”.
“En el caso de Oneirosaurus caballeroi, ¿qué hizo que el mosasaurio se conservara tan bien? Un proceso de mineralización muy especial con sílice y calcita que no solo fosilizó los huesos, sino que preservó estructuras cartilaginosas muy delicadas que normalmente se pierden para siempre", sostuvo.
"La característica más importante a nivel evolutivo y taxonómico es la presencia de un rasgo que se creía exclusivo de otro grupo de mosasaurios: dos forámenes externos para la salida de los nervios X, XI y XII, lo que quiere decir que este plioplatecarpino tiene una configuración única de agujeros del cráneo por los que salen los nervios”, señaló el científico.
El hallazgo en Santander se suma a otros descubrimientos recientes en Boyacá y Cundinamarca, que evidencian la diversidad de especies marinas que habitaron el norte de Suramérica.
Para el Servicio Geológico Colombiano, estos avances no solo enriquecen el conocimiento científico, sino que también refuerzan el valor educativo, cultural y turístico del patrimonio paleontológico nacional, posicionando a Colombia como un referente en la investigación de la vida prehistórica.