Este fin de semana se celebra el Día de velitas en Colombia, una fecha que da inicio oficial a la temporada decembrina en el país. Durante la noche del 7 de diciembre, familias y vecinos salen a las calles para encender velas y faroles de distintos colores, una práctica que se ha mantenido generación tras generación. La actividad se acompaña de natilla, buñuelos, galletas navideñas y vino, elementos que complementan los encuentros familiares y comunitarios.
La celebración tiene un carácter social y simbólico. Más allá de encender luces, es un momento para reunirse con los seres queridos, compartir experiencias del año que termina y proyectar deseos para el ciclo que inicia. En muchas ciudades y pueblos, esta tradición se observa tanto en espacios públicos como en patios y corredores, lo que refuerza la sensación de comunidad.
Cómo se vive la celebración del 7 de diciembre
En los hogares colombianos, la preparación comienza horas antes del encendido. Las familias organizan los lugares donde se colocarán las velas y los faroles, procurando que cada espacio esté iluminado y seguro. Los más pequeños participan elaborando faroles y acompañando a los adultos en el encendido, mientras que los mayores aprovechan para compartir recuerdos y planear metas para el año siguiente.
El Día de velitas no se limita a la iluminación: la gastronomía es un componente esencial. La natilla y los buñuelos suelen ser los protagonistas de la mesa, acompañados por galletas y bebidas típicas que fortalecen la tradición y el sentido de reunión familiar. Este encuentro es también una oportunidad para enseñar a las nuevas generaciones el valor cultural de la fecha.
Significado de los colores de las velas en el Día de velitas
Si aún no tiene listas sus velas para el 7 de diciembre, a continuación se detalla el significado de cada color y cómo puede acompañar un deseo o intención específica. La elección de los colores no solo responde a preferencias estéticas, sino a las expectativas y emociones que se desean proyectar durante la celebración.
- Blanco: simboliza paz, pureza, protección y calma. Se enciende para promover armonía en el hogar y tranquilidad en la familia.
- Rojo: vinculado con amor, pasión, energía y fuerza. Ideal para fortalecer relaciones afectivas o encontrar motivación en proyectos personales.
- Verde: representa salud, esperanza, prosperidad, equilibrio y crecimiento. Se utiliza para acompañar deseos de bienestar físico y desarrollo personal o profesional.
- Azul: asociado con calma, tranquilidad, serenidad, inspiración y comunicación. Se elige para favorecer la reflexión, la meditación y la claridad en las decisiones.
- Amarillo: simboliza felicidad, alegría, claridad mental y éxito. Ideal para quienes buscan claridad en sus metas y atraer nuevas oportunidades.
- Morado: vinculado a espiritualidad, sabiduría, transformación, poder y éxito. Se utiliza para procesos de cambio, aprendizaje y crecimiento interior.
- Naranja: representa creatividad, alegría y éxito. Se enciende para estimular la innovación y la motivación en proyectos personales.
- Rosa: asociado con amor tierno, cariño, inocencia y armonía. Perfecto para reforzar los vínculos afectivos y la armonía familiar.
- Dorado: simboliza prosperidad, abundancia, riqueza y buena fortuna. Se utiliza para deseos relacionados con estabilidad económica o logros materiales.
- Plateado: vinculado a protección y energía lunar. Se enciende para favorecer la introspección y la protección en decisiones importantes.
- Gris: representa sabiduría y madurez. Ideal para quienes buscan equilibrio y claridad al tomar decisiones difíciles.